La industria bancaria actual se enfrenta al reto de atraer y retener una base de clientes cada vez más digital, exigente y difícil de retener. Es el sector que ha experimentado una extraordinaria transformación en los últimos años, caracterizado inicialmente por una reducción del contacto físico con los clientes -según el Banco de España, el número de oficinas bancarias ha disminuido más de un 50% en los últimos 15 años- y, a pesar de que aún existen perfiles de usuarios o algunos programas que requieren atención presencial, pero la realidad es que la mayoría de los clientes bancarios se han pasado al mundo digital, sumando 35 puntos a todo tipo de transacciones bancarias por internet desde 2011, según al INE.
En este contexto, los expertos de Liferay Inc. proporcionan la plataforma líder de código abierto para crear experiencias digitales web, móviles y de dispositivos conectados en función de su experiencia en el espacio de la plataforma digital y el sector financiero que brinda servicios Tres tendencias en las que se centran la mayoría de los bancos.
“El sector bancario actual necesita aprovechar todas aquellas tecnologías que le permitan ofrecer una mejor experiencia a sus clientes y, al mismo tiempo, poner en el mercado nuevos productos con una agilidad nunca antes vista” ha destacado Carolina Moreno, vicepresidenta de Ventas para EMEA y Directora General para el Sur de Europa de Liferay. “Para lograr el éxito en un mercado tan competitivo será necesaria una visión tecnológica integradora, valorando nuevos modelos cloud que aporten agilidad, innovación constante y una mayor capacidad de reacción para seguir el ritmo del mercado y atendiendo a las demandas de los exigentes clientes digitales”.
Según los especialistas de Liferay, estos son los tres focos de mayor relevancia:
El Cloud y su proyección con SaaS
Según IDC, a finales de 2021 se estima que el gasto en nube pública de España supere los 2.000 millones de euros, de los que el 65% corresponde a la categoría de despliegue SaaS (20% IaaS y 15% PaaS). Los beneficios clave que SaaS puede proporcionar para la transformación digital de la industria financiera incluyen: mayor flexibilidad para adaptarse a los ciclos económicos y patrones de demanda, costos operativos más bajos o un tiempo de comercialización más rápido. La capacidad de crecimiento asociada a la escalabilidad de las soluciones digitales de manera automatizada es una excelente oportunidad para que la industria financiera satisfaga con mayor eficiencia las necesidades de estos usuarios digitales cada vez más exigentes. Y la realidad es que muchas fintech han logrado posicionarse en la banca siguiendo este modelo. No hay duda de que las empresas de tecnología que pueden ofrecer alternativas en la nube en sus ofertas de servicios satisfarán mejor las necesidades de la industria.
El impacto del ‘data driven’
El uso inteligente y estratégico de los datos está marcando ya el presente y el futuro de las experiencias bancarias. Colocar al usuario en el centro de la estrategia y apoyarse en los datos y en su análisis avanzado supone un paso clave para conocerle mejor, ofrecerles servicios y productos financieros más personalizados y adaptados a sus necesidades y lograr, por tanto, que su ‘customer journey’ sea realmente diferenciador. Las entidades actuales no pueden permitirse puntos de fricción en las experiencias que ofrecen y necesitan herramientas que les ayuden a revisar y medir todos los procesos para poder optimizarlos, por lo que seremos testigos de una mayor apuesta por esta tendencia a corto y medio plazo.
Omnicanalidad
El reto de lograr una experiencia fluida y transparente a través de todos los puntos de contacto (en sucursales, a través del móvil, en la web, por vía telefónica…) y que los clientes puedan usar cualquier canal dependiendo de sus necesidades es una prioridad para la industria financiera. Los portales de cliente se presentan como una pieza importante de este puzle, al igual que todas las herramientas digitales -como la IA aplicada a chatbots, por ejemplo- que ayuden a mejorar la experiencia del cliente, su autonomía y la facilidad de las interacciones, aspecto clave en su sector como el bancario. Tampoco hay que olvidar en este punto la reputación, que es un elemento más en juego, donde las entidades han de primar la sencillez y accesibilidad a sus servicios como vía para lograr esa imagen de cercanía que demandan los clientes.