La nueva tendencia del trabajo tecnológico, en sostenido crecimiento desde el 2008, es la Nube. O la Cloud, o el Cloud Computing, como cual decida llamarlo. La Nube es el trabajo con software y almacenaje descentralizado. Las empresas y los particulares usan programas almacenados en servidores ajenos, y almacenan los archivos resultantes de esta labor en otros servidores, de modo que la labor tecnológica se vuelve más intangible y lejana: una nube formada por los servicios y los archivos de la web.
Por una parte, la nube permite un notable ahorro de costos. ¿Quién desea invertir en licencias de Office si existe Google Docs ?(y si MSN ya anunció su propia versión de Office online). ¿Quién va a invertir en CD o unidades de discos si cuenta con Dropbox para subir y guardar lo que se le antoje? Incluso el antivirus de Panda, en su más reciente versión, trabaja desde la nube, con mayor eficiencia que un software que requiere de actualizaciones continuas.
Ese ahorro de costos, desgraciadamente, va a recaer y reducir significativamente a los departamentos de IT (Informaction Technology o Servicio Técnico). Ante equipos cada vez menos sofisticados (las tendencias de compra señalan que las empresas van a pesar de los netbooks a los tablets en su recambios), y con las aplicaciones críticas y la data de los usuarios en la nube, el trabajo de los “técnicos” va, por lo menos a reducirse, a niveles que van a nutrir más la cola del paro.
Fuente | IT Pro
