Hay ocasiones en las que las personas nos referimos a puentes y acueductos cuando estamos hablando de un fin de semana más largo que los dos días normales correspondientes al sábado y domingo.
En esas ocasiones los empresarios temen a sus trabajadores porque, no se sabe cómo, o a sabiendas de ello, se ponen enfermos o se piden esos días de «asuntos propios» para así alargar su fin de semana si entre esos días hay días de trabajo y uno se cierra la empresa.
Muchos son los que se apuntan esos días como días de asuntos propios antes que otra persona se los quiera quitar (y normalmente los empresarios se guían por orden para conceder los días). Eso puede generar disconformidad entre los trabajadores, sobre todo si la persona que disfruta de ellos resulta ser siempre la misma persona.
Para que esto no ocurra y generar un mal ambiente en la empresa como empresario deberías tomar cartas en el asunto y distribuir los días festivos importantes como por ejemplo el «acueducto» que en España nos llega la primera semana de diciembre con los festivos del 6 y el 8 de diciembre.
Los días de asuntos propios y su disfrute también se podría regular a través del convenio colectivo o de un acuerdo interno entre trabajador y empresario pero hay que tener siempre en cuenta una cosa y es que los trabajadores han de sentirse iguales cuando no hay rangos ni status en la empresa, uno no puede sobresalir o disfrutar de lo que otros también querrían disfrutar pero, por ser más confiados, no dan el primer paso.
Por eso aunque como empresario pienses que esos asuntos han de hablarlo entre ellos, hay que poner un poco de orden y recordar quién lo disfrutó antes para darle la oportunidad a otros.
