En toda reunión hay algunas personas que son facilitadoras, o positivas para las reuniones, porque median, dan soluciones, tratan de que participen, etc. Pero, lamentablemente, también hay personas que son negativas, y provocan que la reunión no marche correctamente.
Estas figuras negativas en las reuniones son las siguientes:
El dominador: Quiere que todos estén a lo que él dice. Manipula al grupo o a algunos de sus miembros con miedo, adulación, astucia, a veces sin darte cuenta de que te está manipulando. Quiere que el grupo le siga solo a él y acate lo que él diga.
El negativista u obstructor: Como su nombre indica, es el negativo del grupo, el que, diga lo que diga el grupo, para él es una negativa. Discute por tonterías y es difícil de tratar con él.
El desertor: Se mantiene al margen de lo que se dice y lo que se hace, no participa y cuchichea con otros. No se integra bien en el grupo porque en realidad no es que le interese aquello que se está discutiendo.
El agresor: Es aquel hostil ante el grupo. No tiene por qué ser hostil de modo físico sino criticando y censurando el grupo, no queriendo participar en el mismo y sintiendo envidia de las aportaciones de otros (por tanto los desprestigia). Es uno de los roles más peligrosos.
El obstinado: Aquel que una vez ha pensado algo es difícil sacarlo de ahí, aunque le des buenas razones para ello.
El charlatán: Habla de todo, aunque esté fuera de tema y no deja intervenir a los demás.
El sabelotodo: Como el charlatán, es una persona que también habla mucho porque se cree superior a los demás y piensa que el tiene la solución a todo.
El pasota: Es el que no se interesa en nada y no le importa nada.