Si estás buscando trabajo, seguro sabes que uno de los momentos fundamentales en el camino a obtenerlo es la entrevista previa, conocida normalmente como entrevista de trabajo, y que muchas veces se plantea como el primer mano a mano entre la persona que está ofreciendo el empleo y nosotros mismos, así que la impresión que podamos dar en esos minutos o un par de horas como máximo es fundamental.
Para potenciar nuestros resultados en una entrevista de trabajo, lo primero que deberás tener en cuenta es que es necesario investigar todo lo que puedas acerca de la empresa en cuestión que está solicitando tus servicios, además de la industria y el segmento de la misma donde ésta se mueve, de forma que puedas ofrecer conocimientos lo más amplio posibles para tu entrevistador.
Del mismo modo, antes de concurrir a una entrevista de trabajo, puede resultar extremadamente positivo el preguntarte qué es lo que estás buscando a partir de este encuentro, además de qué requieres particularmente del empleo. Del mismo modo, tienes que analizar qué cuestiones puedes ofrecerle con tus conocimientos y tu experiencia a la empresa, para de ese modo “conquistar” al entrevistador.
A medida que nos van haciendo preguntas, y más si ya sabemos cuáles pueden ser las próximas, una técnica muy buena tiene que ver con ir anticipándolas, de modo de poder ir agregando distintas respuestas que la otra persona pensaran que venían más adelante, ya que esto está muy bien visto, porque demuestra el conocimiento previo a las cuestiones que se analizan en este tipo de entrevistas.
La práctica previa, teniendo como asesor a algún amigo, y si es entrevistador en este tipo de casos mucho mejor, también puede resultar sumamente útil. Por lo demás, la apariencia de la primera vez también se nutre de cuestiones más simples, como ir bien arreglado, afeitado, con el pelo corto o recogido, recién bañado, llegar puntual y ser extremadamente amable.