La adaptación al nuevo sistema de facturación electrónica obligatoria ha suscitado un profundo interés y, al mismo tiempo, dudas e inquietudes tanto en empresas como en autónomos, quienes ven en esta medida una estrategia gubernamental para minimizar la morosidad y potenciar la transparencia en las transacciones comerciales. De acuerdo con la Ley Crea y Crece, publicada en 2022, desde el 1 de julio de 2025, todas las compañías con ingresos inferiores a 6 millones de euros deberán reportar a la Hacienda sus facturas mediante un sistema proporcionado por esta, denominado Verifactu, marcando así una digitalización profunda en el proceso de facturación y gestión contable.
El cambio hacia la factura electrónica, que posee idéntica validez legal que su versión impresa tradicional, se plantea como una solución innovadora con miras a fomentar la eficiencia y la lucha contra el fraude fiscal. Esta transformación digital implica un importante avance legislativo en España, culminando en la ley mencionada que promueve el uso obligatorio de este tipo de facturación entre todas las empresas para 2024, con el fin último de simplificar las obligaciones administrativas de los contribuyentes.
Para facilitar el cumplimiento de estas nuevas disposiciones, el estado ha creado Verifactu, un sistema de validación de facturas revelado en el Real Decreto 1007/2023, del 5 de diciembre. Este sistema no solo busca asegurar la integridad y la inalterabilidad de los registros enviados a la Agencia Tributaria sino también simplificar el proceso de envío de las facturas mediante un formato electrónico estructurado que reduce los errores, optimiza los recursos y contribuye al medio ambiente al disminuir el uso de papel.
Aunque la implementación de la factura electrónica y del sistema Verifactu representa un desafío para muchas empresas, especialmente para pymes y autónomos, también promete ventajas significativas. Estos beneficios incluyen un ahorro económico notable por la reducción de costos de impresión y envío, mejoras en la eficiencia operativa y una contribución valiosa a la sostenibilidad ambiental. Además, el sistema permitirá un control fiscal más eficiente y una relación más ágil con la administración pública.
El proceso de adaptación requiere que las empresas seleccionen un software adecuado que cumpla con las especificaciones del sistema, incluyendo el manejo de facturas con código QR y el registro de eventos. Este cambio normativo no solo elimina la facturación tradicional en transacciones B2B sino que también establece un marco más riguroso para asegurar la integridad, legibilidad y autenticidad de las facturas electrónicas. Los plazos de implementación varían según el volumen de facturación de las empresas, brindando un tiempo prudente para su adecuación al nuevo sistema. Con estas medidas, el gobierno busca modernizar el sistema de facturación en España, promoviendo la digitalización y proporcionando herramientas que faciliten el cumplimiento fiscal y la lucha contra la economía sumergida.