El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha anunciado una modificación significativa en la gestión de las prestaciones por desempleo que promete cambiar la dinámica de reincorporación al mercado laboral para quienes se encuentran percibiendo el subsidio. A partir del 1 de abril de 2025, los beneficiarios del paro que consigan un empleo no estarán obligados a renunciar a toda su ayuda económica, gracias a la introducción del nuevo Complemento de Apoyo al Empleo. Esta medida tiene como fin facilitar la aceptación de ofertas laborales sin que los individuos pierdan sus ayudas de manera inmediata.
Anteriormente, los trabajadores en situación de desempleo se enfrentaban a un dilema al recibir una oferta de trabajo: mantener la prestación por desempleo o aceptar el empleo y perder el subsidio. Este escenario solía resultar especialmente disuasivo en el caso de ofertas laborales temporales o de media jornada, donde el balance económico no resultaba atractivo. El diseño del Complemento de Apoyo al Empleo busca solventar esta cuestión, permitiendo que los beneficiarios del paro puedan aceptar empleos sin renunciar por completo a su prestación, facilitando así una transición más suave hacia la reincorporación plena en el mercado de trabajo.
Para acceder a este complemento, los solicitantes deben haber estado cobrando el paro durante al menos nueve meses y tener reconocida una prestación con una duración total de un año o más. Cabe destacar que existen límites en términos de salario bruto mensual, el cual no puede superar los 2.250 euros, y otras restricciones relacionadas con la empresa contratante. Además, el periodo de disfrute del complemento está vinculado al momento en que el beneficiario comience a trabajar, ajustando su duración máxima a un semestre.
La iniciativa del SEPE se enmarca dentro de los nuevos enfoques de políticas activas de empleo que buscan agilizar y hacer más efectiva la intermediación laboral. Al proporcionar un colchón económico durante los primeros pasos en un nuevo empleo, se pretende alentar la aceptación de trabajos que, aunque no sean ideales, representan un avance significativo para quienes buscan salir de la situación de desempleo. Este enfoque promete no solo mejorar las condiciones para los buscadores de empleo, sino también dinamizar el mercado laboral facilitando la cobertura rápida de vacantes.