El Gobierno ha anunciado un cambio en la política de jubilación anticipada que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2026, modificando la edad mínima para poder jubilarse antes de tiempo. Anteriormente, los trabajadores que no alcanzaban los años de cotización requeridos para la jubilación ordinaria aún tenían la posibilidad de retirarse anticipadamente bajo ciertas condiciones. Sin embargo, con la nueva regulación, aquellos que hayan cotizado menos de 38 años y 3 meses deberán esperar hasta los 64 años y 10 meses para poder jubilarse anticipadamente, a diferencia de la edad previa de 64 años y 8 meses. Aquellos que superen el umbral de cotización mencionado podrán jubilarse desde los 63 años, manteniéndose similar a la condición anterior.
Este ajuste de dos meses en la edad de jubilación anticipada puede parecer menor, pero tiene importantes repercusiones financieras debido a la aplicación de coeficientes reductores, que disminuyen la pensión en caso de jubilación anticipada. Dicha medida se intensifica con la última reforma de pensiones, donde los recortes a la pensión se calculan de manera mensual, en lugar de anual, como se hacía antes. Esto significa que por cada mes adicional que un trabajador decida retirarse antes de la edad legal tendrá un impacto directo y significativo en la reducción de su pensión.
Por ejemplo, si un trabajador decide jubilarse dos años antes de la edad legal, podría enfrentarse a una pérdida de hasta un 21% de su pensión. Este cambio en la regulación busca incentivar a los trabajadores a prolongar su vida laboral, enfrentándolos a la decisión de optar por una menor pensión a cambio de jubilarse antes o continuar trabajando para asegurar una pensión más alta.
Adicionalmente, los requisitos para acceder a la jubilación anticipada se mantienen en necesitar un mínimo de 35 años de cotización, de los cuales al menos 2 deben estar dentro de los últimos 15 años antes de la jubilación. Estas medidas reflejan un esfuerzo por parte del Gobierno para adaptar el sistema de pensiones a la realidad demográfica y económica actual, alentando a los trabajadores a permanecer más tiempo en el mercado laboral y, así, mitigar el impacto en el sistema de pensiones.