Según un reciente estudio, el 74% de los reclutadores son capaces de identificar currículos que han sido generados por inteligencia artificial (IA), lo que lleva a muchos de ellos a descartar estos documentos de manera inmediata. Esta tendencia apunta a una preferencia clara por aquellos aspirantes que demuestran una mayor autenticidad y humanidad en sus presentaciones. Los reclutadores argumentan que los textos automatizados suelen incluir frases hechas sin respaldo tangible, lo que genera dudas sobre la veracidad de las experiencias y habilidades proclamadas por el candidato.
En este contexto, los expertos sugieren utilizar la IA como un punto de partida para estructurar las ideas principales del currículo, pero advierten sobre la importancia de personalizar el contenido para reflejar el estilo único del candidato. Recomiendan incluir anécdotas personales, logros concretos y hasta pequeños errores intencionados que aporten un toque humano al documento. Asimismo, recalcan la necesidad de adaptar el currículo a cada oferta de trabajo específica, evitando enviar una versión genérica a múltiples empleadores.
Por otro lado, a pesar de que en las entrevistas los reclutadores mencionan usar herramientas de IA para el filtrado inicial de candidatos, un 93% enfatiza que el elemento humano sigue siendo crucial en el proceso de selección. Esto subraya la dualidad de la tecnología como una herramienta de apoyo, no como un sustituto del toque personal e individualidad de cada candidato.
En conclusión, si bien la IA ofrece ventajas significativas en la organización y redacción preliminar de los currículos, la clave del éxito radica en el equilibrio entre la eficiencia tecnológica y la autenticidad personal. Los candidatos deben emplear la IA a su favor, sin perder de vista la importancia de inyectar personalidad y carácter humano a sus aplicaciones para destacar verdaderamente y captar la atención de los reclutadores.