Europa está tomando medidas concretas para motivar a sus ciudadanos a invertir dentro del continente con el lanzamiento de «Finance Europe», una iniciativa respaldada por siete países: Alemania, Francia, España, Países Bajos, Portugal, Luxemburgo y Estonia. El principal objetivo de esta medida es incentivar que el dinero de los europeos se invierta en empresas locales, promoviendo así el desarrollo económico dentro de la Unión Europea.
La etiqueta «Finance Europe» no es meramente simbólica. Se ha diseñado para identificar productos de inversión que ofrecen la posibilidad de obtener rentabilidad a largo plazo. No obstante, estos productos implican un mayor riesgo en comparación con los plazos fijos o depósitos garantizados, aunque también prometen un potencial de ganancia más significativo. Para llevar esta etiqueta, los productos deben cumplir ciertos requisitos: al menos el 70% de la inversión debe estar en activos europeos, mantener la inversión por un mínimo de cinco años, incluir una presencia significativa de renta variable o inversiones directas en empresas, no contar con garantía pública del capital y estar supervisados a nivel nacional bajo estándares comunes en toda la UE.
Esta iniciativa no solo busca mejorar las opciones de rentabilidad para los inversores, sino también fortalecer sectores clave para Europa como el digital, el verde o el industrial. Además, se están considerando ventajas fiscales para aquellos que elijan invertir en productos con la etiqueta «Finance Europe», lo que añadiría un incentivo financiero al impacto económico positivo.
Para el futuro, se espera que los bancos y aseguradoras comiencen a ofrecer productos acordes con esta etiqueta, y la UE planea desarrollar una cuenta paneuropea de inversión que facilitaría aún más a los ciudadanos el invertir en el continente. Esta cuenta contaría con condiciones armonizadas, incluida la educación financiera y reglas fiscales comunes, con el fin de hacer la inversión en Europa accesible y comprensible para todos.
Este desarrollo representa una oportunidad valiosa para los ciudadanos europeos interesados en hacer crecer sus ahorros de manera responsable y benéfica para el entorno económico local. Sin embargo, es importante reconocer que, aunque la etiqueta «Finance Europe» indica productos con un propósito claro, invertir siempre conlleva riesgos. La iniciativa ofrece un camino hacia inversiones con normativas y objetivos comunes, un factor tranquilizador en tiempos de incertidumbre económica.
