Al solicitar una hipoteca, el porcentaje de financiamiento sobre el valor de la vivienda, conocido como LTV (Loan to Value), emerge como un determinante clave en las condiciones del préstamo, incluido el tipo de interés que el banco está dispuesto a ofrecer. Este indicador, que evidencia la proporción del préstamo respecto al valor del inmueble, es utilizado por las entidades financieras para medir el riesgo asociado a cada operación. Un LTV alto implica mayor riesgo para el banco, lo cual suele traducirse en condiciones menos favorables para el solicitante, tales como intereses más altos.
Los bancos suelen establecer límites para el LTV, que ordinariamente rondan el 80% para una primera vivienda, mientras que para segundas residencias o propiedades de inversión, este porcentaje disminuye al 60 o 70%. Excepcionalmente, algunos casos pueden alcanzar un LTV de hasta el 90%, siempre y cuando se cumplan criterios específicos, aunque ello conllevará un interés más elevado.
El LTV no solo afecta directamente al tipo de interés, sino que también influye en la capacidad de negociación con la entidad financiera. Un LTV bajo implica una operación de menor riesgo para el banco, lo que podría resultar en un tipo de interés más bajo y condiciones más flexibles para el solicitante. Además, factores como el Euríbor, la política del Banco Central Europeo y la competencia entre bancos también juegan un papel crucial en la determinación de las condiciones finales de la hipoteca.
Para aquellos en proceso de adquirir una vivienda o comparar hipotecas, es crucial considerar el LTV antes de firmar cualquier contrato, con la finalidad de asegurar las mejores condiciones posibles. Medidas como aumentar la entrada inicial, asegurar una tasación adecuada del inmueble, ahorrar para reducir la necesidad de financiamiento o comparar las ofertas de distintas entidades pueden resultar en un ahorro significativo a lo largo de la vida del préstamo. Con el tiempo, una disminución en el LTV podría, además, ofrecer la oportunidad de renegociar las condiciones del préstamo, subrayando la importancia de este indicador no solo al momento de firmar la hipoteca, sino a lo largo de toda su duración.









