El cierre del año fiscal es un momento propicio para aquellos contribuyentes que buscan optimizar su situación fiscal antes de concluir el ejercicio. La normativa vigente ofrece diversas vías para lograr una reducción legal del importe a pagar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), mediante la aplicación de incentivos y deducciones disponibles. Entre las opciones destacadas para reducir la carga fiscal se encuentran las aportaciones a planes de pensiones. Actualmente, el límite de aportación individual es de 1.500 euros, pudiéndose ampliar hasta los 10.000 euros en caso de incluir contribuciones empresariales a planes de empleo. Estas aportaciones permiten disminuir la base imponible general, resultando en un ahorro fiscal especialmente beneficioso para aquellos en tramos impositivos medios y altos.
Otra estrategia recomendada es la compensación entre ganancias y pérdidas patrimoniales. Las pérdidas sufridas en el ejercicio, ya sea en acciones, fondos o criptomonedas, pueden ser compensadas con las ganancias, permitiendo además una compensación de hasta un 25% de los rendimientos del capital mobiliario. Esta opción es particularmente ventajosa para equilibrar las cuentas antes del fin del ejercicio y puede aplicarse a pérdidas de hasta cuatro años anteriores.
Para los mayores de 65 años, la exención fiscal sobre la ganancia obtenida de la venta de un inmueble o determinados productos financieros sigue vigente, siempre que se reinvierta el importe en una renta vitalicia, con un límite de 240.000 euros. Esta medida, además de garantizar ingresos recurrentes, ofrece una tributación reducida gracias a los coeficientes reductores por edad.
Adicionalmente, destacan deducciones por mejoras en la eficiencia energética de viviendas, con incentivos que alcanzan hasta el 60% para rehabilitaciones integrales, así como deducciones para la adquisición de vehículos eléctricos y la instalación de puntos de recarga domésticos. También se mantienen deducciones por inversión en empresas de nueva creación y por donativos, con generosos beneficios fiscales destinados a fomentar la aportación a entidades sin ánimo de lucro.
Finalmente, se ofrecen reducciones fiscales en el alquiler de viviendas situadas en zonas tensionadas y ventajas específicas para trabajadores autónomos. Con todas estas medidas aún en vigor, es esencial que los contribuyentes revisen y apliquen las deducciones y beneficios fiscales correspondientes antes del cierre del año, maximizando así su ahorro fiscal de manera legal.
