El interés por las sociedades holding ha ido en aumento dado que presentan una forma eficaz de organizar un conglomerado de empresas y, en algunos casos, permiten reducir la carga fiscal. No obstante, para que una estructura de este tipo resulte beneficiosa, es crucial comprender qué es un holding, cómo se constituye y su forma de tributar en España.
Un holding es identificado como una sociedad cuya finalidad principal es la posesión y gestión de participaciones en otras compañías. Funciona como una sociedad matriz que controla el capital y las decisiones de sus filiales, permitiendo la centralización de funciones administrativas y una gestión patrimonial unificada. Además, facilita la separación de riesgos entre actividades diferentes y simplifica los procesos sucesorios en empresas familiares.
Para crear un holding, primero se debe establecer una nueva empresa, por lo general una sociedad limitada o anónima, siguiendo el procedimiento estándar que incluye escritura pública, estatutos y la inscripción en el Registro Mercantil. Luego, se aportan las participaciones de las empresas operativas a la matriz, utilizando frecuentemente el régimen especial de reestructuración para evitar tributación inmediata.
En la práctica, un holding se utiliza cuando se gestionan múltiples empresas operativas. Por ejemplo, dos hermanos que administran empresas en diferentes sectores pueden optar por agrupar sus negocios bajo una matriz para unificar la administración y simplificar la gestión de sus patrimonios. Esta estructura también permite separar actividades con riesgos distintos y reinvertir beneficios manteniendo una tributación reducida.
En cuanto a la fiscalidad, existe un mito alrededor de los holdings sobre que tributan al 1,25%, lo cual es una interpretación errónea. La realidad es que un holding paga impuestos como cualquier sociedad española, al tipo general del 25% sobre su base imponible. Sin embargo, la exención del 95% aplicable a dividendos y plusvalías permite que, cumpliéndose ciertas condiciones, el impacto fiscal sea notablemente menor. Además, un holding puede optar por el régimen de consolidación fiscal, tributando como una sola entidad y facilitando la compensación de pérdidas y ganancias entre las sociedades del grupo.
Es fundamental destacar que el potencial ahorro fiscal de un holding depende de la existencia de una actividad empresarial real y de que la sociedad matriz cuente con los medios propios. Las ventajas fiscales son significativas cuando se utiliza correctamente, pero es esencial analizar cada caso individualmente para determinar la conveniencia de esta estructura, teniendo en cuenta el volumen de actividad, el número de sociedades implicadas y la estrategia a largo plazo del grupo empresarial.









