Luego de la reunión entre los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, de Estados Unidos, Barack Obama, y de Colombia, Juan Manuel Santos, llevada a cabo en las últimas horas, uno de los principales temas que dejaron conclusiones al respecto fue la lucha que en este momento lleva adelante Latinoamérica contra los contrabandistas de drogas.
Al respecto, en medio de la Cumbre de Empresarios que se realizó en Cartagena, el presidente Santos propuso discutir una nueva forma de lucha, sin referirse directamente a la legalización, pero su par norteamericano replicó que aunque en su consideración “no se pueden legalizar”, pero que generar mejores políticas de empleo puede ser una de las mejores formas de lucha contra la droga.
Al mismo tiempo, y contradiciendo el máximo mandatario de Estados Unidos, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff afirmó que la generación de empleo no es suficiente para mejorar la lucha contra las drogas, sino que también se necesita generar un mayor crecimiento económico y mejorar aspectos fundamentales como la educación.
Justamente el propio Santos volvió a sostener en ese momento que Colombia ha aprendido varias formas de combatir el narcotráfico, desde el cultivo de las drogas, hasta su exportación, pero aún así no se ven progresos en esta lucha, pidiendo indirectamente a Estados Unidos que comience a involucrarse “de verdad” en el asunto, y que no sea un mero espectador del mismo.
Sin embargo, Obama continuó insistiendo en el hecho de que la opción no es la despenalización, sino buscar políticas que permitan generar empleo y mejorar las condiciones de educación a través del continente, sin dejar de lado tampoco el sostener que la lucha contra la droga cuesta mucho a los países de América Latina, y además corrompe sus instituciones, motivo por el cual “Estados Unidos realiza grandes inversiones en este campo, como mediante el Plan Colombia”, que sin embargo tampoco ha dado los resultados esperados.