El fútbol aplaza sus deudas tributarias

pelotas.jpgHacienda y la Seguridad Social aprietan pero no ahogan porque, en el fondo, lo que les interesa es cobrar (como a todo el mundo). De aquí que a estos organismos no les importe negociar con quien tiene deudas pendientes con ellos y más si se trata de un sector «sensible» por contar con las simpatías populares: el fútbol.

Tanto el fisco como la Seguridad Social son los principales acreedores de los clubes de fútbol del país incidiendo especialmente en los más modestos que, además, no viven momentos de gloria sino que peregrinan por Segunda, Segunda B o incluso Tercera que ahora cierran acuerdos para acomodar sus pagos a la situación que viven.

Me llama, no obstante, la atención que a más de un equipo se le permita poner de aval a sus propios jugadores, que es como si un empresario avalase con su plantilla, sabiendo que la cotización de un futbolista está sujeta a más variaciones que una acción bursátil.

Y también me gustaría constatar que el problema de las entidades ricas en esto del fútbol también discurre por caminos diferentes (el balompié es reflejo de la vida sin duda) y se centran más bien en las consecuencias de cierta «ingeniería fiscal» que se aplicó respecto a los contratos de las estrellas para aligerar la carga tributaria. Las actas levantadas por aquellos contratos de imagen están recurridas y respaldadas con aval, supongo.

Cuando toque pagar, si es que toca, ya veremos cómo se gestiona el asunto. Me imagino que habrá más aplazamientos.

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