«Los trabajadores inmigrantes “sin papeles” que estamos en Huelga Indefinida en Jaén estamos siendo reprimidos. En los últimos días a cuatro compañeros se les ha abierto expediente de expulsión por ejercer su Derecho a la Huelga”, comienza un comunicado del Sindicato Obrero Inmigrante en alusión a la protesta que cerca de 50 trabajadores de nacionalidades sin determinar mantienen en la ciudad de Jaén.
La protesta inició como un reclamo ante los malos tratos que estos trabajadores reciben en el albergue donde se hospedan, y cuya encargada afirmó que prefería tirar la comida antes que servírselas. Estos “sin papeles” son una muy pequeña parte de los 2.100 jornaleros “irregulares” que toman parte de la recolecta de la aceituna.
El 30% de los extranjeros utilizados en las cosechas españolas son trabajadores sin visado.
Señalada por el PP en las últimas elecciones como uno de los principales problemas en la España actual (aún no se extinguen los ecos de la propuesta “contrato de integración”), la inmigración, y la económica mano de obra que significa, es un pilar de la economía agropecuaria: polacos, rumanos, búlgaros, ucranianos y marroquíes son el grueso de los trabajadores del campo. Para un agricultor, es más económico costear la mitad del viaje de un filipino que contratar mano de obra local para recoger la cosecha de fresas.
La cuota mensual por contratar a un trabajador extranjero es 80 euros.