Parece que la crisis por lo menos ha beneficiado a alguien.
Bien se sabe que en momentos en que la crisis aumenta, las personas intentan conseguir dinero de formas que antes no lo hacían.
Tal es el caso de lo que sucede con las casas de apuestas. Las personas piensan que ellas pueden ser una forma de conseguir dinero fácil y de mejorar la economía.
Evidentemente no todo es tan sencillo y la mayoría de los apostantes tienen más pérdidas que ganancias.
En España hace unos pocos días las comunidades de Madrid y País Vasco han legislado las casas de apuestas deportivas y han aprobado la instalación de máquinas para jugar en casinos, bingos, tiendas especializadas y recintos deportivos.
Algunos pueden pensar que la creación de nuevas casas de apuesta puede ser un problema pero no es así pues ya existen en Internet más de mil, además de infinidad de casinos virtuales, que contaron con medio millón de usuarios en 2007 en España (330.000 asiduos con importantes cantidades de dinero).
En cuanto a la legalización de las apuestas vale la pena decir que las misas generan un interesante aporte económico para el Estado. Pero sin embargo también se beneficiarán las casas de crédito rápido que financian a personas con problemas de juego, y los bancos que instalan cajeros en bingos y casinos.
Es por ello que si la crisis continúa no nos extrañemos que las cantidades de dinero apostadas por los españoles aumenten. Al fin y al cabo todos tienen derecho a pensar que un golpe de suerte les puede cambiar la vida.