El Servicio Federal de Migración de Rusia realizó una inspección en la isla de Sajalín y descubrió, en la estación de una empresa norcoreana cuyo nombre aún no ha sido revelado, los resultados de una fatal carencia de comunicación interdepartamental, una falta de trabajo conjunto, un memo extraviado o, simple y llanamente, de la burocracia kafkiana: dos empleados abandonados a su suerte, sin alimentos ni medios de comunicación. Uno muerto a causa del hambre y el otro en un estado terrible.
En agosto, los dos hombres habían sido enviados por una empresa maderera para vigilar la maquinaria de una estación abandonada al distrito de Noglik, con «una pequeña cantidad de comida», y sin ningún tipo de medio de comunicación ni medicamentos.
Las autoridades rusas intentaron ponerse en contacto con la empresa durante la larga estadía para comprobar el estado de los empleados, pero fue inútil.
«Es sorprendente este trato tan cruel por parte del empleador, que ha llevado a la muerte de una persona», declaró Olga Savchenko, responsable de la región. Aún no sabemos si nos sorprende más semejante grado de desprecio por la vida humana o las declaraciones del sobreviviente, que ante la muerte de su compañero y el suplicio sufrido sólo lamento los 18 meses de sueldo que se le adeudan…
Fuente | Terra