Aún a fuerza de ser repetitivo debo recordar que en mi opinión gran parte de la onda expansiva de la crisis, provocada por el salvaje capitalismo ultraliberal, tuvo su epicentro en la pérdida de confianza de los agentes económicos y más en especial en los consumidores, avisados de que iban a ser los primeros y casi únicos en sufrir los desmanes del sector financiero.
Que el indicador de confianza del consumidor vuelva a subir tras meses de caídas es una buena noticia en tanto se piense en recuperar el pulso, o parte, del crecimiento anterior. Pero no es necesariamente bueno para afrontar las reformas que el sistema no quiere pero que la gente necesita. Volver a una semi borrachera consumista sacará las castañas del fuego a algunos pero no constituye la solución. Conviene recordarlo porque sino volveremos a caer en las brasas del actual fuego.
En todo caso ahí queda, tampoco es que sobren motivos para el optimismo como para menospreciar una buena noticia aunque suene a vieja.
Enlace El País
Foto daquella manera
