Según ha anunciado su propio consejo directivo, la firma ACS ha invertido el año pasado 617 millones de euros en promoción de instalaciones de generación de energía renovable, lo que supone una reducción del 28% respecto a la de 865 millones de 2010, refiriéndonos siempre a las relacionadas con instalaciones ya proyectadas, que no se ven afectadas por moratorias.
Una de las claves para entender esta nueva situación es que del monto absoluto, unos 482 millones se emplearon en la construcción de plantas termosolares, mientras que el resto del dinero se ha ido en la ejecución de parques eólicos. En el caso de las primeras, se observa un descenso del 20% en comparación con la inversión ejecutada en 2010, mientras que en el caso de las energías eólicas, la disminución es del orden del 48%.
Hay que destacar, como mencionábamos anteriormente, que siempre en estos casos hacemos referencia a las inversiones en instalaciones ya proyectadas o en construcción, que por tanto no se ven afectadas por la moratoria a las renovables aprobada recientemente por el Gobierno para nuevas promociones y sin efecto retroactivo.
Por eso la idea de la compañía, presidida por Florentino Pérez, es la de promover y construir instalaciones de generación con el fin último de venderlas una vez que se ponen en servicio, como ha manifestado recientemente mediante su frase “o somos explotadores, sino constructores”.
Sin ir más lejos, esta faceta vendedora se puede corroborar a través de el estado actual de su lote de activos de energía, que incluye las cuatro termosolares que tiene en España, instalaciones eólicas que suman 723 megavatios de potencia y las nueve líneas de transmisión eléctrica que le quedan en Brasil, todas las cuales se encuentran a la venta.
De esta manera, el grupo confía en cerrar estas desinversiones durante este año, por lo que se sumarán a las realizadas en la campaña pasada, con dos instalaciones termosolares y varios activos eólicos.