En un análisis reciente elaborado por Freedom24, un bróker de Freedom Holding Corp., se examina la transformación del imperio empresarial de la familia Trump. Tradicionalmente centrado en el sector inmobiliario, el enfoque de la familia se ha desplazado hacia sectores en crecimiento como las telecomunicaciones, criptomonedas y servicios digitales. Esta diversificación se manifiesta con el lanzamiento de iniciativas que buscan atraer tanto a inversores minoristas como a seguidores ideológicos de Trump.
Uno de los eventos más destacados es la presentación de Trump Mobile, una operadora telefónica que comenzó a operar en junio. Se lanzó junto con el smartphone T1, con un precio de 499 dólares. Con un diseño que incorpora una carcasa dorada y la bandera estadounidense, el dispositivo se comercializa bajo el lema «Made in the USA». Sin embargo, ha suscitado críticas por presuntos vínculos con manufactura china, ya que el modelo parece ser un producto OEM ensamblado parcialmente en Estados Unidos. Este movimiento parece más una estrategia política que un intento serio de competir en el mercado tecnológico, aunque podría resonar con la base conservadora de Trump. Cabe notar que, como en otras de sus empresas, Trump no gestiona directamente las operaciones, prefiriendo licenciar su nombre a cambio de royalties.
El interés de la familia Trump en el sector de las criptomonedas también es notable. De acuerdo con Forbes, los activos digitales representan más de 2.900 millones de dólares del patrimonio familiar, constituyendo cerca del 40% de su total. Esto incluye inversiones en proyectos de minería de bitcoin, específicamente en colaboración con la firma canadiense Hut 8. Eric Trump ha coordinado una cartera que ha movido más de 300 millones de dólares a Coinbase Prime, mostrando un interés particular en Ethereum. La red social Truth Social es otra de las iniciativas destacadas en este ámbito.
Otro proyecto ambicioso de la familia es World Liberty Financial, una plataforma para infraestructura financiera descentralizada que ha lanzado su propia moneda estable, USD1. Este activo digital, respaldado por efectivo y letras del Tesoro estadounidense, permite intercambios instantáneos y utiliza puentes cross-chain en Ethereum y Binance Smart Chain. Las reservas son gestionadas por BitGo y se auditan mensualmente. A la par de su expansión hacia lo digital, la marca Trump continúa creciendo en el sector inmobiliario internacional con desarrollos significativos.
Desde el punto de vista de la inversión, el análisis de Freedom24 señala que el ecosistema empresarial de Trump combina productos especulativos con ingresos más estables, lo que constituye una cartera poco convencional. Aunque la notoriedad política puede atraer atención, no asegura un modelo de negocio sostenible. Así, el imperio Trump enfrenta desafíos de viabilidad que dependerán de las dinámicas del mercado, las regulaciones y el tiempo.