De hecho ya ha subido en un 13% en un año pero cabe mirar si se van a producir alzas más «espectaculares». En este rally alcista de cualquier producto alimenticio, la última batalla proviene del campo del arroz y aunque se sostiene que España es excendentaria en la producción tampoco hay que descartar que dadas las circunstancias mundiales también en este asunto haya movimiento. La tentación no puede calificarse como tal si no se cae en ella.
¿Qué haría cualquiera si en el mercado mundial te pagan más que en el local?. La lógica invita a pensar en que por la vía de las exportaciones se puede conseguir un beneficio inesperado. ¿Cuál es el contrapeso a esta secuencia?. No se me ocurre ninguno. No existe un medio por el cual evitar que el arroz producido en España se venda en el exterior a altos precios y a cambio se importe arroz para venderlo en el mercado interior a precios, evidentemente, superiores a los actuales.
Se podrá contraponer que el juego es, en teoría, de suma cero: exporto más caro pero debo importar más caro también. Depende, en todo caso, de la diferencia entre una cantidad y otra sumado a ello el producto almacenado más las opciones que a futuro se hayan firmado con antelación. Terreno abonado para listos.
Me barrunto que el arroz subirá y mucho. Tentación.
Enlace: El País.