Las renuncias a herencias han aumentado en España debido a las deudas y la tributación, en un contexto de dificultades económicas. Según el Consejo General del Notariado, se registraron 45.197 renuncias a herencias entre enero y octubre de 2022, acercándose al récord de 55.576 renuncias en 2021.
Abel Marín, abogado y socio del despacho Marín & Mateo Abogados, comenta que en un testamento no solo hay bienes, sino también pagos pendientes que los herederos deben asumir. Los herederos tardan cada vez más en tomar una decisión, especialmente cuando las deudas superan los activos y no tienen capacidad económica para afrontarlas.
El experto señala que cada vez más herederos optan por aceptar la herencia a beneficio de inventario, es decir, después de cancelar las deudas del fallecido. Las crisis sanitaria y geopolítica han afectado las finanzas de las familias, y factores como la inflación y el desempleo han aumentado el número de herederos que no pueden cumplir con las obligaciones tributarias asociadas a una herencia.
Después de la muerte del testador, los herederos tienen seis meses para liquidar el Impuesto de Sucesiones, que es progresivo y varía entre el 7,65% y el 34%. Cada región aplica diferentes reducciones y bonificaciones, lo que puede influir en la decisión de renunciar o aceptar una herencia.
Marín advierte que, dependiendo de cómo se realice la renuncia, el heredero puede quedar exento de impuestos o tener que pagar el doble. En el caso de una renuncia pura y simple, la herencia pasa a los coherederos o al siguiente grado de parentesco, y estos deben liquidar la parte del Impuesto de Sucesiones correspondiente al heredero que renuncia. Sin embargo, si se renuncia a favor de un tercero, se deben pagar dos impuestos: el de Sucesiones y el de Donaciones.
Por ello, Marín aconseja analizar cada caso con ayuda de un profesional, ya que nadie espera que una herencia genere más gastos que beneficios.