El sector del automóvil está mal y va a estar peor, sobre todo en España tercer productor europeo y sede-filial de muchas grandes firmas. ¿Culpa de la crisis?, en parte pero no todo. Las empresas automovilisticas radicadas en suelo español pueden no optar al plan de rescate europeo para el sector por una simple razón: no han invertido casi nada en I+D aquí, patria chica de las filiales, y es por ello que si no se flexibilizan los criterios seguramente no haya nada del ese fondo con el que remediar tanto ERE desaprensivo.
Se veía venir por varias causas. En primer lugar porque las firmas suelen centralizar sus desarrollos de I+D en la matriz y España no tiene ninguna ni se la espera. En segundo lugar porque quien debería haber sustituido este papel, la administración a nivel central y autonómico, tampoco ha hecho nada ni se les espera. El proceso ha sido el siguiente: las filiales se radican en España a cambio de prevendas (terrenos, execciones, ayudas, subvenciones,…) y, por aquel entonces, bajos salarios. Cuando se han visto flojear la rentabilidad, estas empresas han pedido más prevendas y más flexibilidad laboral. Pero ambas cosas tienen un límite: el dinero disponible para las prevendas se puede agotar y la esclavitud no está bien vista como medida de flexibilidad (de momento).
En el fondo se han estado tirando millones a la basura de las cuentas de resultados y las cotizaciones sin dejar un poso. Lo mismo pasó con la minería, por ejemplo, en lugar de pensar a largo plazo cuando el carbón dejó de ser rentable había muchos jubilados anticipados, muchos bares y ninguna industria.
¿Qué había que haber hecho entonces?. Crear nuevas posibilidades que hicieran atractiva la presencia de los fabricantes más allá de la subvención y el convenio mal parido a través de la investigación, el desarrollo y la innovación que añadiera valor añadido y dejara, en cualquier caso, un buen stock de patentes de origen patrio.
Un dato, apenas una anécdota para nuestros políticos: un ingeniero español gana una beca de Renault por una idea. El ingeniero, formado en España, ahora está en Inglaterra desarrollando a su vez proyectos para la firma gala. El nombre del profesional es Isaac Prada y su idea la podremos ver en la Fórmula 1 el año que viene nada menos, se llama KERS. Ni el ingeniero, ni su talento, ni su idea, ni la patente, ni los ingresos están en España sino en Inglaterra y Francia.
¿Es tan difícil de ver por dónde deben ir las cosas?. Qué abandono pero mental.