Desde su lanzamiento en 2016, Bizum ha revolucionado el método de realizar pagos en España, contando con más de 25 millones de usuarios entre individuos y empresas. Su éxito se debe a la facilidad, rapidez y seguridad que ofrece, cumpliendo con las exigencias europeas PSD2 en materia de autenticación. Sin embargo, su popularidad también ha atraído la atención de ciberdelincuentes, quienes han desarrollado técnicas sofisticadas para estafar a los usuarios.
Las transacciones a través de Bizum son definitivas, lo que representa una ventaja para los estafadores. Métodos como el phishing y la suplantación de identidad son habituales, aprovechando la credibilidad y la mecánica inmediata de la plataforma. Para evitar ser víctimas de fraudes, se recomienda verificar siempre la identidad de la otra parte y ser cautelosos con las transacciones.
Entre las estafas más comunes se encuentra el «Bizum inverso», común en plataformas de segunda mano como Wallapop o Vinted, donde el supuesto comprador solicita el número del vendedor para hacer un pago pero, en realidad, envía una solicitud de cobro. Asimismo, anuncios de productos a precios irrisorios que requieren de un pago adelantado, mensajes fraudulentos haciendo pasar por entidades oficiales solicitando pagos urgentes, anuncios de premios falsos y la estafa de la «devolución de dinero» son métodos empleados para engañar a los usuarios.
Para protegerse de estas y otras estafas, es clave desconfiar de ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad, evitar hacer clic en enlaces sospechosos y nunca realizar pagos sin verificar la legitimidad de la solicitud. En caso de caer en una estafa, se insta a actuar rápidamente contactando al banco para bloquear el método de pago, solicitar nuevas credenciales de seguridad, reportar el incidente a las autoridades y comunicarse con Bizum para rastrear la operación fraudulenta. La vigilancia y la rapidez en la respuesta son esenciales para minimizar los daños y proteger los recursos financieros.