¿Alguién duda que el fútbol es un gran negocio?
Boca Jrs., el equipo más popular de la Argentina y uno de los más reconocidos a nivel mundial, quedó eliminado ayer sorpresivamente por el ignoto Defensor Sporting.
El campeón uruguayo no sólo avanzó a cuartos de final de la Copa Libertadores de América, sino que además le impidió a su rival obtener una suma millonaria en ganancias.
El gol de Diego De Souza le costó a Boca Jrs. la cifra de 2.630.000 dólares. Una cantidad de dinero nada despreciable en momentos en que el mundo está sumido en una crisis global.
Si el equipo xeneise avanzaba en el torneo, habría embolsado otros 180.000 dólares en cuartos de final, en la semifinal habrían sido 250.000, si era finalista otros 200.000, si era campeón unos 600.000 más.
Pero a esto hay que sumarle los premios de 1 millón de dólares otorgados por Banco Santander para el campeón y de 100.000 dólares de los auspiciantes Nike y Megaton.
Ni que hablar que a todo esto hay que agregarle las recaudaciones, escenario lleno en tres encuentros.
Más de dos millones de dólares en total.
A todo esto podríamos sumar el dinero que le hubiese entrado a Boca por la televisasión del Mundial de Clubes, un evento que reparte nos 16 millones de dólares en premios (el campeón recibe 4,5 millones y el subcampeón, 3,5 millones).
Boca, que cuenta en sus filas con figuras como Riquelme, Palermo o Palacio, era el máximo favorito para llevarse el torneo. Los dirigentes ya contaban con buena parte de ese dinero y ahora el presupuesto y la valorización sufrirán un sacudón.
Y todo esto, tan sólo por un simple gol.