Supongamos que los Nobel de cada disciplina tienen el mismo porcentaje de acierto que el Nobel de Literatura. Sabemos que la Academia Sueca se lo concedió a escritores de primera línea como García Márquez y Faulkner, pero también debemos recordar que lo negó a otros (quizá más relevantes) como Borges, Proust o Kafka…
Supongamos que a la Academia Sueca le pasa lo mismo con el Nobel de Economía.
El ganador de la edición de 1974, Friedrich Hayek, recomendó la eliminación del galardón, pues creía que ungía a los ganadores con una autoridad posible en química, física y las ciencias exactas, pero que resulta peligrosa en Economía
Se ha puesto de moda en este año de crisis e incertidumbre recabar la opinión de este o aquel Premio Nobel de Economía para enjuiciar la política económica local o mundial, y uno al escucharlos no puede menos que pensar: «¿Y porqué nadie escuchó a este hombre?».
Según recoge un artículo de La Nación de Costa Rica, los Premios Nobel de Economía se han distinguido por dar espacio a ideas que causaron más desastres que bondades en las finanzas mundiales.
Dos ejemplos:
1987: Robert Merton y Myron Scholes crean su modelo de valoración de opciones y la peor caída diaria en la historia de Wall Street. Sin embargo, recibieron el Nobel.
1990. Harry Markowitz recibe el galardón: sus teorías conformaron los modelos de Valores en Riesgo, responsables de las olas de pánico en 1998 y la justificación de los escasos ratios de capital en el 2008.
Teorías económicas de Premios Nobel estuvieron detrás de la Gran Depresión y de la desregulaciónn de la esopeculación financiera, ese paso al costado del Estado que ha significado una larga y prolongada caída.
Ninguno de los Premios Nobel en Economía, a pesar de lo que afirman, pudo ver la dimensión de la crisis actual… Y tampoco saben como salir de ella.
Fuente | Nación