El mercado inmobiliario en España ha alcanzado precios récord en el año 2024, con el precio medio de la vivienda situándose en 2.086 euros por metro cuadrado, superando incluso los niveles observados durante la burbuja inmobiliaria de 2006-2007. Este aumento se ha visto tanto en viviendas nuevas, con valores de 2.265 euros por metro cuadrado, como en las de segunda mano, que alcanzaron los 2.039 euros. Esta tendencia al alza se ha atribuido a una mezcla de demanda creciente y oferta limitada, haciendo de la compra de propiedades una opción cada vez más costosa para los españoles.
Los factores detrás de este incremento incluyen una demanda impulsada por la creación neta de empleo, el crecimiento de los salarios por encima de la inflación, y movimientos migratorios dinámicos. A pesar de esto, la construcción de nuevas viviendas no ha podido mantener el ritmo, con 777.000 hogares netos creados entre 2021 y 2023 y solo 273.000 viviendas terminadas, mostrando un claro desajuste entre la oferta y la demanda.
La inversión extranjera también ha jugado un papel crucial en la dinámica del mercado, con empresas que han adquirido más de un millón de viviendas desde 2007, constituyendo el 11,8% de las transacciones inmobiliarias en el país. Este fenómeno se observa principalmente en zonas costeras y grandes ciudades, alimentando aún más la escalada de precios.
Para 2025, se espera que los factores que apoyan la demanda de vivienda continúen vigentes, con la creación de aproximadamente 400.000 empleos adicionales y un crecimiento salarial que, junto a una situación financiera favorable de los hogares, podría mantener la presión sobre los precios al alza. Además, el enfoque en la sostenibilidad y la eficiencia energética se está convirtiendo en un aspecto cada vez más relevante, con más del 70% de las nuevas viviendas iniciadas en 2023 obteniendo una etiqueta “A” en emisiones de CO2.
Ante este panorama, los potenciales compradores deben estar bien informados y considerar factores como la sostenibilidad y la eficiencia energética, que además de representar un ahorro a largo plazo, pueden ofrecer ventajas fiscales. La paciencia y un detallado análisis del mercado son recomendaciones clave para aquellos que buscan adquirir una propiedad en España bajo estas condiciones.
