Ahora mismo en las empresas las ventas no es uno de sus fuertes debido a que las personas no estamos comprando más que lo mínimo, el resto del dinero que nos sobra lo tenemos guardado por si las cosas se ponen peor de lo que están (y por lo que vemos parece que se van a poner peor de aquí a unos meses).
Es por eso que, ahora mismo, una buena táctica de ventas, puede ser crucial para tu empresa, al menos para vender algo más y sacar algún beneficio.
Una de las cosas que nos olvidamos en tu afán de vender es que no escuchas al cliente, algo importante. Aquí no es que tengas que vender el producto más caro, no es así, lo importante es cumplir con las exigencias del cliente de tal forma que puedas ofrecerle aquello que está buscando.
Por eso, un vendedor que no deja de hablar no es lo más recomendable sino uno que escucha lo que quiere el cliente y actúa en ese nivel encontrando lo que quiere, aunque sea el producto más barato de la tienda.
También has de tener cuidado con las impresiones y las reacciones (incluidas las indirectas de nuestro cuerpo). No puedes juzgar a las personas, menos a los clientes, y no porque sea de una forma, vaya más o menos arreglado, etc. va a ser mejor o peor cliente. No es así.
El vendedor también ha de estar pendiente del cliente si, pero no agobiándolo. Hay veces en las que se sale de las tiendas porque tenemos detrás siempre a alguien que nos vigila y eso a muchos les pone nerviosos. Por eso lo mejor es darles espacio, que no se sienta vigilado ni incómodo ya que, de esa forma, estará a gusto en la tienda y podrá mirar los productos que tienes.