Una cosa es formar una empresa y meterla en el mercado. Es difícil, lo sabemos, pero también sabemos que en un campo como este se aplica más que nunca aquello de que “lo difícil no es llegar, lo difícil es quedarse”. Por eso, queremos enseñarte algunos consejos que te ayudarán a conseguir una firma que no sólo exista, sino que compita en el mercado, es decir, que sea madura.
Al respecto, lo primero que debemos tener en cuenta es seguir la idea que nos llevó a comenzar con el proyecto de empresa. Esto tiene que ver con que emprender es, en cierta forma, estar preparado para ser exitoso. Más allá de eso, te recomendamos que cuando veas que tu compañía comienza a andar, siempre pienses en grande, para que esa grandeza no te sorprenda en el momento en el que llega.
Por otro lado, es importante para una empresa que se considere madura, que su cabeza visible tenga la capacidad de poder acoplarse y moverse de acuerdo a las diferencias que existen en el mercado. Piensa también que invertir en ganar clientes no significa el éxito de por sí solo, sino que para obtenerlo de forma definitiva tienes que proveer un buen servicio que los haga volver posteriormente.
Otra cuestión muy importante, sobre todo si tienes socios, y más que nada si estos socios forman parte de tu compañía, es que logres un acuerdo con ellos de forma que si deciden abandonarlo, la empresa pueda seguir adelante sin problemas. En cuanto a los empleados, te recomendamos que nunca escatimes dinero en ellos, ya que a la larga lo terminarás pagando.
Cuidar de los fondos también resulta de vital importancia, y tienes que estar seguro de que siempre tienes dinero para pasar un par de años al comienzo sin demasiados ingresos. Además, nunca vayas a resignar tu salario en pos de un mayor ingreso para la empresa, porque al final te terminarás cansando, y siempre, pero siempre, evalúa los costes de todo lo que hace andar a tu negocio, para recortar sin poner en riesgo el servicio.