Compañeros de trabajo, identificar al enemigo

companerosenemigos.jpgComo si los empleados de a pie no tuvieran, tuviéramos, suficiente con estar a expensas de nuestros respectivos jefes, mejores o peores pero jefes al fin y al cabo, a menudo se plantean problemas entre los propios compañeros de trabajo con la consecuencia de hacer más difícil la tarea diaria.

Las motivaciones que pueden llevar a alguien situado, en principio, a nuestro mismo nivel y, por tanto, que padece las mismas dificultades que nosotros (lo que en buena lógica debería incentivar la cooperación y no la colisión) pueden ser muy variadas: disputa jerárquica, envidia, ansias de ascenso, deseo de acaparar recursos, elogios o bien clientes, carácter personal,etc.

Por ello, el primer asunto a tratar consiste en identificar al que se convierte en enemigo para lo que no hacen falta demasiados indicadores: se nota tarde o temprano. La siguiente fase consistiría en clasificarlo, a él o ella puesto que en esto tampoco debe haber distinción de género. Así podemos contemplar:

– Al enemigo agresivo;

– El hipócrita;

– El vigilante;

– El que busca formar «manada»;

– El perezoso y ausente oportuno;

– El que critica de todo con cualquiera,…

¿Qué hacer posteriormente?. Depende de la tipología de enemigo pero en general suele ser mejor cortar de raíz cualquier actitud o gesto que pueda dañarnos teniendo en cuenta, eso sí, que recurrir al jefe siempre es la última opción. Quedaremos igual de mal con uno, porque pensará que somos débiles, como con los otros. La delación cuesta aún más cara.

Vía: rrhh-web.

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