Recientemente la Comisión de Justicia del Parlamento Europeo ha aprobado unas nuevas propuestas que mejoran el texto presentado por la Comisión Europea con el objetivo de actualizar la directiva que regula la profesión de los auditores de cuentas. Con esta nueva directiva se busca, principalmente, fortalecer la calidad de la auditoría y renovar la confianza en la información financiera. Confianza que ha sido cuestionada debido a la crisis financiera que padecemos.
La importancia del sector auditor
El sector de la auditoría cuenta con más de 1.350 sociedades y genera una facturación superior a los 750 millones de euros. Durante el año 2011, los auditores realizaron casi 70.000 trabajos de auditoría, de los cuales un 27% son auditoría voluntarias, porcentaje que se ha ido incrementando en los últimos años.
En este sentido, el eurodiputado británico Sajjad Karim señaló que «tenemos que recuperar la confianza de los inversores, que buscan auditorías de alta calidad e independientes, y darles la seguridad que necesitan de cara a las inversiones en empresas europeas».
Novedades del futuro Reglamento
Entre las novedades se encuentra el hecho de que en el caso de las entidades de interés público, como es el caso de los bancos, las compañías aseguradoras y las sociedades cotizadas, las firmas de auditoría tendrán que ofrecer a lso accionistas e inversores una información más detallada sobre el trabajo realizado por el auditor y una garantía general de la precisión de las cuentas de la compañía.
Respecto a la rotación obligatoria de las firmas sobre los clientes, el Ejecutivo Comunitario lo cifraba inicialmente en seis años, pero finalmente ha sido elevado hasta los catorce años, tope temporal que puede ser elevado hasta los 25 años.
Asimismo, las actuaciones del auditor deberán ser respaldadas por los comités de auditoría, que tendrán la responsabilidad de exigir un servicio de calidad respecto a los informes del auditor y actuar con la máxima transparencia en su nombramiento.