Llevar una empresa implica que siempre tengas que estar pendiente de ideas, novedades que salen o aspectos que puedan mejorar tu empresa y desbancarse de la competencia ofertando algo que otros no hacen (incluso siendo los primeros en ello).
Sin embargo, ser original no es fácil y requiere pensar mucho. Es por eso que, a menudo, nuestra mente se colapsa y no nos sirve para idear algo nuevo, lo cual nos frustra y es peor porque no conseguimos nuevas ideas ni tampoco vemos las actuales como algo bueno.
Para esos casos lo mejor es desconectar del todo. Irse un día de vacaciones, visitar otro lugar, no pensar en nada que tenga que ver con el trabajo. La mente también se colapsa y es cuando hay que darle un descanso.
A veces pensar en otras cosas hace que la mente idea nuevas cosas relacionadas con el trabajo sin darnos cuenta y, cuando lo consegumos, las ideas pueden ser mucho mejores que las pensadas realmente para la empresa.
Otra sugerencia es la de preguntar a otros. Los trabajadores también pueden tener ideas y éstas pueden ser más realistas de lo que pensamos, incluso mejores que las nuestras por verlas desde otro punto de vista. Implicar a los trabajadores puede ser algo a tener en cuenta.
