Igual que por el humo se sabe dónde está el fuego, a través de la pista de los billetes de 500 Hacienda va atando cabos para encontrar fondos ocultos. Aquellos que han realizado operaciones presuntamente opacas realizando pagos en efectivo van a acabar encontrándose a los inspectores en la puerta de su casa y eso es siempre una mala noticia. No está de más regularizar la situación tributaria antes de que te obliguen pero las consecuencias son impredecibles y es que el falso ideario del dinero «B» va tocando a su fin salvo para pequeñas cositas indetectables que a nadie le van a hacer rico.
Las autoridades tributarias estrechan el cerco al fraude sobre todo si se ponen a trabajar en serio y parece que es así. En el fondo y si lo pensamos bien es una buena nueva ya que lo que deben hacer es currarse un poco más la detección del fraude y menos achuchar a quienes meten la pata por un puñado de euros.
El caso es que las arcas públicas han recibido un 15% más como consecuencia de sus actuaciones de control e inspección. Esperemos que además redunde en beneficio de todos y que sirva para tener una visión adecuada y fría para futuras rebajas fiscales.