
El self man más mediático y artífice de un notable emporio inmobiliario, Donald Trump es objeto de una demanda colectiva, debidoar un complejo turístico fantasma en Baja California Norte (México). Un fraude por 32 millones de dólares.
El proyecto de la mente tras el reality «El aprendiz», el Trump Ocean Resort, un promisorio desarrollo que solicitó a sus clientes enganches por el 30% del valor de las propiedades (entre 130 y 150 mil dólares), no será construido, y la empresa responsable, la angelina Ironsgate, no tiene fondos para devolver los depósitos.
Esa es una parte de la historia: la otra, del lado mexicano, en donde se emplazarían los lujosos apartamentos aún luce grandes carteles con la foto del millonario Trump proclamando «Aquí es». La empresa coinversora «BP Impulsores» asienta así que todo marcha sobre ruedas. El asentamiento, en Rosarito, a unos kilómetros de la frontera, exhibe bardas pero ninguna edificación visible, según el diario mexicano La Jornada.
Los clientes habían asistido al llamado de la figura de Trump, dueño de la franquicia del desarrollo y potentado multimedia, publicitado como un agente de bienes raíces que empezó de la nada hasta consolidar una de las empresas más sólidas del mundo.
Sin embargo, 69 inversores han descubierto la diferencia entre mito y crisis, y esperan el dictado de la justicia.
Fuente | La Jornada