El derrumbe de TerraUSD (UST) y Luna no fue solo otro “accidente” del mercado cripto: se ha convertido en uno de los casos judiciales más relevantes de la industria en la última década. El empresario surcoreano Do Kwon, cofundador de Terraform Labs, ha sido condenado en Estados Unidos a 15 años de prisión por su papel en lo que un juez describió como un fraude de alcance “generacional”, tras la implosión de dos activos digitales que, según estimaciones citadas en el proceso, llegaron a destruir en torno a 40.000 millones de dólares en valor.
La sentencia se dictó en un tribunal federal de Manhattan el jueves 11 de diciembre de 2025 (reportado por Reuters), con el juez Paul A. Engelmayer al frente. En la vista, el magistrado reprochó a Kwon haber mentido repetidamente a inversores minoristas —personas corrientes, muchas con sus ahorros vitales en juego— sobre la supuesta estabilidad y los mecanismos de recuperación del “peg” (la paridad con el dólar) de TerraUSD.
El corazón del caso: una “stablecoin” que no aguantó el estrés
UST se presentó como una stablecoin, un tipo de token cuyo valor pretende mantenerse estable, normalmente alrededor de 1 dólar. La promesa era simple en apariencia: si el mercado se volvía volátil, el diseño del sistema debía sostener esa paridad. Sin embargo, el juicio y la investigación federal pusieron el foco en la distancia entre el relato comercial y la realidad operativa.
Según la acusación, cuando TerraUSD perdió la paridad en mayo de 2021, Kwon habría atribuido públicamente su recuperación a un algoritmo (“Terra Protocol”). Los fiscales sostienen que, en realidad, una firma de trading de alta frecuencia compró millones de dólares del token para sostener artificialmente el precio, un hecho que no se habría comunicado de forma transparente a los inversores.
Ese patrón —prometer estabilidad, vender confianza y ocultar los factores reales que sostenían el sistema— es el que el tribunal ha terminado interpretando como el núcleo de un engaño masivo.
Nueve cargos, una declaración de culpabilidad y una pena por encima de lo pedido por la defensa
El caso arrancó con una acusación amplia: en enero los fiscales presentaron nueve cargos criminales, incluyendo fraude de valores, fraude electrónico, fraude de materias primas y conspiración para blanqueo (según Reuters).
Kwon, de 34 años, acabó declarándose culpable en agosto de 2025 de dos cargos —conspiración para defraudar y fraude electrónico— y admitió haber engañado a inversores sobre por qué el token había recuperado la paridad en episodios de tensión.
En la fase de sentencia, la Fiscalía había solicitado al menos 12 años de prisión, mientras que la defensa pedía no más de cinco, con el argumento (entre otros) de que así podría regresar antes a Corea del Sur para afrontar procesos allí. El juez se inclinó por una condena más dura: 15 años.
El impacto humano: cartas de víctimas y pérdidas de cientos de miles de dólares
Más allá de la jerga legal, la vista dejó un recordatorio incómodo: detrás de cada cifra hay vidas rotas. Reuters recoge que Kwon se presentó vestido con uniforme de prisión, pidió disculpas y escuchó referencias a cientos de cartas enviadas por afectados. Un inversor, por ejemplo, declaró pérdidas de entre 400.000 y 500.000 dólares, describiendo cómo su futuro financiero se deshizo con el colapso.
Ese componente “minorista” es clave para entender por qué el tribunal endurece el tono: no se juzga solo el fallo de un producto, sino la supuesta manipulación de expectativas de seguridad en un mercado donde la confianza es el principal activo.
Un eco que no se apaga: SEC, sanciones civiles y posible itinerario judicial internacional
El episodio Terra fue uno de los símbolos del invierno cripto de 2022 y, desde entonces, el caso se ha ramificado. Reuters señala que Kwon y Terraform acordaron en 2024 un paquete civil con la SEC que incluía un pago de 80.000.000 de dólares como multa civil y una prohibición de transacciones cripto, en el marco de un acuerdo global que ascendía a 4.550 millones de dólares.
Además, el fundador de Terraform también afronta cargos en Corea del Sur. Y como parte del acuerdo de culpabilidad en EE. UU., los fiscales no se opondrían a una eventual solicitud para ser transferido al extranjero después de cumplir la mitad de la condena.
Qué significa para el mercado: del “crecimiento a cualquier precio” al escrutinio penal
El caso Kwon llega en un momento en el que la industria intenta vender madurez —más regulación, más compliance, más productos “serios”—, pero arrastra una herida difícil de cerrar: la facilidad con la que se comercializaron promesas de estabilidad y rendimiento en una arquitectura que, en el fondo, dependía de supuestos frágiles.
La condena también marca una tendencia: tras el ciclo de 2021, los grandes colapsos del sector ya no se están resolviendo solo con quiebras y acuerdos civiles, sino con responsabilidad penal directa para figuras que estaban en la cúspide de la narrativa pública.
Preguntas frecuentes
¿Qué era TerraUSD (UST) y por qué fue tan polémica su caída?
Era una “stablecoin” que prometía mantener su valor cercano a 1 dólar. Su colapso arrastró a millones de inversores y se convirtió en uno de los mayores episodios de destrucción de valor del ciclo cripto de 2022.
¿De qué se declaró culpable Do Kwon en Estados Unidos?
Según Reuters, se declaró culpable en agosto de 2025 de conspiración para defraudar y fraude electrónico, admitiendo declaraciones engañosas sobre la estabilidad y recuperación del “peg”.
¿Por qué el juez habló de “fraude generacional”?
Por el alcance del daño y la repetición de supuestas mentiras a inversores minoristas, en un caso que el tribunal enmarca entre los fraudes con mayor impacto en la historia reciente de la justicia federal estadounidense.
¿Puede haber más consecuencias legales fuera de EE. UU.?
Sí. Reuters indica que Kwon también afronta cargos en Corea del Sur, y que su acuerdo en EE. UU. contempla la posibilidad de solicitar un traslado al extranjero tras cumplir la mitad de la pena.
vía: tomshardware









