El 34% del nuevo empleo en España es a tiempo parcial – Análisis de la Tasa de Desempleo

El segundo trimestre de 2025 deja un dato revelador sobre el mercado laboral español: uno de cada tres nuevos empleos es a tiempo parcial. De los 584.000 puestos creados en los últimos doce meses, 151.300 son de jornada reducida, lo cual representa un 34% del total. Aunque la mayor parte de empleos generados son a jornada completa, esta significativa proporción de empleos a tiempo parcial refleja aspectos importantes sobre la calidad del empleo que se está generando en el país.

Actualmente, más de 3,09 millones de personas se encuentran empleadas bajo la modalidad de tiempo parcial, marcando un récord histórico para España. Pese a que la reforma laboral ha incrementado el número de contratos indefinidos, una gran cantidad de estos empleos parciales son ocupados involuntariamente. Esto significa que hay personas, especialmente mujeres, jóvenes y trabajadores sin experiencia previa, que desearían trabajar más horas, pero no encuentran oportunidades para hacerlo, evidenciando una recuperación laboral desigual.

Por otro lado, la tasa de desempleo ha descendido hasta el 10,3%, el nivel más bajo registrado desde 2008. A primera vista, este dato podría interpretarse como un éxito; sin embargo, el problema del subempleo permanece. La tasa de infrautilización laboral, que considera a los desempleados, subempleados y a aquellos con disponibilidad limitada para trabajar, se acerca al 21%, un porcentaje considerablemente alto en comparación con la media de los países desarrollados. Esto subraya el hecho de que tener un trabajo no necesariamente garantiza estabilidad o ingresos adecuados.

Las consecuencias de trabajar a tiempo parcial abarcan más allá de recibir un salario menor al final de mes. Afecta a las cotizaciones y al acceso a futuras prestaciones sociales, aunque las reformas recientes han tratado de equiparar las horas cotizadas entre trabajadores a tiempo completo y parcial. Para muchos, esto implica un desafío constante para balancear salario y gastos, especialmente en un contexto donde la inflación retoma su ascenso.

Finalmente, el crecimiento del empleo a tiempo parcial, aunque sea en parte involuntario, junto con la persistencia del subempleo, evidencia que la cantidad de trabajo disponible no siempre refleja su calidad. Se plantea además la posibilidad de una reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, lo cual podría impactar especialmente a aquellos con contratos parciales. Esto subraya la importancia de no solo fomentar la creación de puestos de trabajo, sino de asegurar que estos sean de calidad, con el fin de lograr una recuperación laboral sólida y equitativa.

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