El enfermo no quiere curarse

avion.jpgEl peor enfermo no es el que padece una enfermedad grave sino el que no quiere curarse. Es muy posible que no haya doctores adecuados o que anden despistados respecto al diágnostico pero el paciente lo pone difícil. Y digo esto a tenor de lo que se conoce de Spanair, por ejemplo, que aquejada del mal del petróleo prefiere curarse a base de ERE (acrónimo de expediente de regulación de empleo y que ya pertenece al vocabulario común). Esta postura equivale a romperse una pierna y hacerse una liposucción como remedio, puede valer pero lo primero consiste en escayolar y que el hueso suelde.

Y es que el «razonamiento» consistente en que «sube el combustible luego tendremos que despedir a un tercio de la plantilla» falla por todos lados y más cuando otras compañías aéreas no sólo han logrado disminuir su fatura energética sino que se van disputar las rutas que Spanair deja libres. Otra cosa es aprovecharse del río revuelto.

Tres cuartos de lo mismo se puede pensar cuando las llamadas compañías de bajo coste se plantean dejar de serlo. Digo yo que si su modelo de negocio se basaba en ofrecer vuelos más baratos que las empresas tradicionales a base de reducir gastos o servicios superfluos entre otras prácticas (de ahí que deberíamos llamarlas de «menor coste» en lugar del equívoco «bajo coste») podrán seguir haciéndolo.

Ante este panorama mezcla de listos, tontos y aprovechados no hay una receta que ataque los síntomas cuanto menos aún la enfermedad. Otra cosa es que el médico no haya aprobado el MIR, que esa es otra.

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