El Gobierno prepara regulación para restringir intereses excesivos en créditos y tarjetas de consumo

Los usuarios de tarjetas de crédito, particularmente aquellos que optan por el pago aplazado mes a mes, podrán ver un cambio significativo en su favor debido a una nueva normativa que el Gobierno está finalizando. Esta medida busca poner fin a los intereses considerados abusivos en los créditos al consumo, incluyendo de manera destacada a las tarjetas revolving. Esta iniciativa no es reciente, sino el resultado de meses de trabajo y se encuentra en su etapa final de implementación. Se pretende ofrecer una solución a los consumidores que durante años han estado sujetos a tipos de interés desproporcionadamente altos, a menudo sin una comprensión completa de cómo sus tarjetas de crédito operaban realmente. La deuda para muchos de estos consumidores se mantuvo elevada a pesar de las aparentemente manejables cuotas mensuales.

La nueva regulación se centra en establecer límites más claros y objetivos sobre lo que se considera un interés abusivo, simplificando el proceso y evitando que los afectados tengan que recurrir a tribunales para resolver sus casos. Especialmente, se quiere regular productos con TAE (Tasa Anual Equivalente) muy altas de manera estructural, como son las tarjetas de crédito de pago aplazado, las cuales se caracterizan por combinar altos intereses, amortización lenta y términos poco claros para el usuario promedio.

Otro pilar de esta nueva norma es la mejora en la transparencia y la información al consumidor. Los usuarios tendrán derecho a ser informados de manera sencilla y comprensible sobre el coste real de utilizar el crédito de forma continuada, no solo sobre la cuota mensual sino sobre el total a pagar. Además, se enfatizará en la evaluación de la solvencia de los solicitantes, para evitar ofrecer créditos que puedan llevar a situaciones de sobreendeudamiento.

Para los usuarios habituales de tarjetas de crédito, aquellos que efectúan pagos totales al final del mes posiblemente no observen muchos cambios. Pero para aquellos que dependen de pagos aplazados o tienen deudas constantemente renovadas, esta normativa puede ser un punto de inflexión hacia intereses más bajos y condiciones más claras. Es una oportunidad para que los usuarios revisen las condiciones de sus tarjetas y consideren si les conviene o no continuar con sus productos actuales.

Este cambio en la regulación busca ofrecer una mayor protección a los consumidores, evitando abusos que habían pasado desapercibidos hasta ahora. Aunque no soluciona la problemática de la deuda per se, sí establece un marco más justo y transparente para el futuro del crédito al consumo.

Scroll al inicio