España enfrenta el desafío de más de 3.300 puestos vacantes en los sectores de Data e IA, a pesar del aumento en la formación

España enfrenta un desafío singular en el sector tecnológico, en particular, en áreas avanzadas como la Inteligencia Artificial (IA) y el análisis de datos. Aunque el interés por formarse en estas disciplinas va en aumento, las empresas siguen reportando dificultades para cubrir miles de vacantes. Se estima que más de 3.300 posiciones en IA y Data permanecerán vacantes hacia el 2025, a pesar de la creciente oferta educativa de cursos especializados y másteres diseñados para preparar a los estudiantes en estas competencias.

El crecimiento de empleo en estos sectores no encuentra respuesta en la capacitación de los profesionales. Ya en 2024, el ámbito del análisis de datos y la inteligencia artificial empleaba a más de 150.000 personas. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de las ofertas de empleo supera al de la especialización efectiva de los candidatos. Casi el 65 % de las vacantes en IA y más del 50 % en Data quedan sin cubrir, un fenómeno que no se debe a la falta de interés sino a una desconexión entre lo que se enseña en los centros de formación y lo que las empresas realmente necesitan.

Este desajuste se agrava por la concentración del talento en grandes ciudades como Madrid y Cataluña, dejando a otras regiones en desventaja a la hora de atraer perfiles especializados. A pesar de los esfuerzos de la Formación Profesional por incorporar especializaciones tecnológicas, la brecha en la capacitación sigue siendo evidente.

Ante este escenario, los expertos sugieren varias estrategias para quienes buscan aprovechar las oportunidades que el mercado tecnológico ofrece. Entre las recomendaciones se encuentra la elección de especialidades con alta demanda, la búsqueda de formación práctica y actual, el desarrollo de habilidades blandas, la exploración de programas híbridos y la importancia del networking. La clave está en prepararse de manera eficiente, adaptándose a las necesidades reales del mercado y no solo a las expectativas académicas.

El panorama, aunque desafiante, también es prometedor. Las empresas no solo buscan expertos tecnológicos, sino también perfiles intermedios dispuestos a aprender y a aplicar prácticamente sus conocimientos. Las compensaciones económicas para estos puestos están en aumento, señalando un horizonte alentador para aquellos que logren sintonizar su formación con las demandas del mercado laboral tecnológico.

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