La evaluación del rendimiento es lo que permite a las personas empresarias que tienen a trabajadores a su cargo saber si éstos están llevando a cabo su trabajo con un rendimiento medio, es decir, pensando en lo que se espera de ellos, de tal manera que esto sirve para saber si un trabajador funciona o no en una empresa.
Para evaluar el rendimiento hay distintos métodos pero el más simple y utilizado en casi todas las empresas es la escala gráfica de calificaciones que enumera las características y les da un rango de valor para el desempeño, normalmente de 0 a 100.
El supervisor, o en su caso el empresario, califica a cada subordinado eligiendo la calificación que mejor describa el desempeño que realiza y después se suman todos los valores para obtener un total.
Esto, por supuesto, puede considerarse subjetivo porque es la valoración de una sola persona, por eso algunas veces los propios supervisores les pasan la misma plantilla a los trabajadores para que sean ellos quienes se evalúen, al margen de que ellos también lo hagan, de manera que se tienen los dos puntos de vista y es otra persona la que trata de mediar en la puntuación final.
