Es un asunto en el que, sinceramente, no había pensado ni tan siquiera planteado. Y eso que me considero un gran amante del coste de oportunidad. Menos mal que siempre hay alguien que hace algún estudio o cálculo más o menos riguroso pero interesante o curioso.
Resulta que alguien ha estimado que es más caro mantener a un adolescente que afrontar una hipoteca media (más o menos digo yo). Quizá debido a la falta de claridad en la noticia que me sirve de punto de partida, fatalmente redactada y sin ningún tipo de coherencia, no me creo nada de lo que dice. Sí que me parece acertado el que la adolescencia y juventud de los hijos sale caros a los padres pero de ahí a cuantificarlo en «800 euros» al mes me resulta exagerado y sensacionalista.
Primero porque se incluyen como gastos exclusivos aquellos que seguramente son compartidos por toda la familia (el ADSL por ejemplo) y, segundo, porque se meten como mensuales partidas que son únicas y deberían prorratearse (el carnet de conducir, salvo torpeza de récord).
Aún así cabe hacer una reflexión en cuanto al elevado nivel de vida «asistido» que disfrutan muchos jóvenes en España con la necesaria colaboración paterna y materna. ¿Quién querría irse de casa en esas condiciones?.