En un momento en que los inversores buscan nuevas oportunidades más allá de los mercados tradicionales, la deuda de Oriente Medio está emergiendo como un destino preferente, atrayendo el interés de inversores institucionales y grandes patrimonios asiáticos. Este interés se debe a una combinación de factores, incluida la búsqueda de rentabilidad estable en un contexto de techo de tipos de interés en Estados Unidos y Europa, y una transformación económica en la región, caracterizada por una mayor inversión, disciplina fiscal y una clara estrategia para atraer capital extranjero.
Los fondos de inversión de renta fija y mixtos están incrementando su exposición a Oriente Medio, atraídos por las primas interesantes que siguen pagando los bonos de la región, incluso aquellos emitidos por países con sólidas calificaciones crediticias, como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Catar. Estos países han mejorado sus balances reduciendo deuda y acumulando reservas, mientras que muchos de sus bonos, al estar denominados en dólares, eliminan parte del riesgo cambiario para los inversores asiáticos, proporcionando menos volatilidad de divisa y una mayor previsibilidad.
Sumado a esto, la estabilidad relativa de la región, con una gestión fiscal prudente y planes ambiciosos de diversificación económica, ofrece un atractivo adicional. Además, muchos inversores asiáticos buscan diversificar fuera de Estados Unidos y Europa por motivos de rentabilidad, equilibrio geopolítico y de cartera, encontrando en Oriente Medio correlaciones distintas y oportunidades que no dependen del ciclo económico occidental.
Este creciente interés se canaliza principalmente a través de fondos especializados en deuda emergente o regional y fondos globales de renta fija con mandatos flexibles, que permiten ajustar duración, calidad crediticia y exposición país. Sin embargo, la selección de emisiones líquidas, con estructuras claras y respaldo estatal, es crucial. Los inversores particulares ahora se encuentran con que muchos fondos, que antes apenas consideraban la región, la incluyen como parte estable de su estrategia, afectando potencialmente tanto la rentabilidad como la volatilidad del fondo. Antes de invertir, es importante entender el peso real de Oriente Medio en la cartera, el tipo de deuda y el horizonte temporal de la inversión. La creciente atracción por la deuda de Oriente Medio refleja un cambio más profundo en los flujos globales de capital, movido por la búsqueda de rentabilidad, diversificación y crecimiento.
