La geopolítica de los semiconductores da un giro inesperado en Estados Unidos. Según ha publicado Bloomberg, la administración del presidente Donald Trump estaría en conversaciones para adquirir un 10 % de participación en Intel, uno de los fabricantes de chips más estratégicos del país.
La operación no sería una compra directa en efectivo, sino una reconfiguración del programa de incentivos del CHIPS Act. En lugar de recibir ayudas escalonadas conforme a hitos de producción, Intel vería transformados esos fondos —unos 10.000 millones de dólares previstos— en una participación accionarial del Gobierno federal.
Un movimiento con implicaciones estratégicas
Intel tiene actualmente una capitalización bursátil cercana a los 100.000 millones de dólares. Bajo esta valoración, una participación del 10 % equivaldría exactamente a los 10.000 millones previstos en el plan de incentivos, lo que convertiría automáticamente al Gobierno estadounidense en su principal accionista individual.
La medida no es inédita: el Pentágono ya adquirió el pasado año una participación mayoritaria en MP Materials, una compañía de tierras raras, por valor de 400 millones de dólares. Sin embargo, un movimiento de esta magnitud sobre Intel supondría un salto cualitativo en la política industrial de Washington.
Intel, entre la reestructuración y la presión política
Desde la llegada de Lip-Bu Tan como consejero delegado en marzo de 2025, Intel ha acelerado su reestructuración tras la salida de Pat Gelsinger. El nuevo CEO ha recortado plantilla y reenfocado la compañía hacia su negocio esencial: la arquitectura x86 y su ecosistema.
Pese a ello, Intel sigue bajo presión. Su valor de mercado se ha reducido a la mitad en apenas dos años, pasando de los 200.000 millones de dólares a poco más de 100.000 millones. Además, enfrenta retrasos y dudas en el desarrollo de sus nodos de fabricación más avanzados, los 18A y 14A, considerados vitales para recuperar terreno frente a TSMC y Samsung.
Trump, crítico con la gestión de Tan y sus antiguos vínculos con China, llegó incluso a pedir públicamente su dimisión. No obstante, el propio CEO acudió a la Casa Blanca semanas después para abordar el futuro de Intel y su papel dentro de la estrategia tecnológica nacional.
La semilla de un “Intel nacionalizado”
El movimiento plantea un debate de fondo: ¿debe el Gobierno convertirse en accionista de referencia en un gigante tecnológico privado?
A favor, defensores de la medida argumentan que Intel es un activo estratégico, clave para la independencia tecnológica de EE. UU. y para evitar que la producción de chips críticos quede en manos asiáticas. En contra, críticos temen que esta participación distorsione el mercado y aumente la politización de las decisiones empresariales.
Más allá de las implicaciones financieras, la medida refuerza la tendencia de los semiconductores como herramienta geopolítica. Intel ya no sería solo una empresa clave para la industria, sino un pilar de la seguridad nacional estadounidense.
Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Qué es el CHIPS Act?
Es una ley de incentivos aprobada en EE. UU. para impulsar la producción doméstica de semiconductores, con ayudas millonarias a fabricantes como Intel, TSMC o Samsung.
2. ¿Por qué el Gobierno quiere acciones de Intel?
La idea es transformar los fondos del CHIPS Act en participación accionarial, garantizando así influencia directa en la compañía y asegurando que su producción permanezca en EE. UU.
3. ¿Qué implicaciones tendría para Intel?
El Gobierno se convertiría en el mayor accionista individual de la empresa, con capacidad de influencia en su estrategia, pero también con posibles tensiones sobre su autonomía empresarial.
4. ¿Qué riesgos existen?
Podría interpretarse como una “nacionalización parcial” que limite la independencia de Intel, además de enviar señales contradictorias al mercado bursátil.
5. ¿Cómo afecta esto a la competencia global?
Refuerza la carrera tecnológica contra China, al asegurar que una parte crítica de la producción de chips avanzados quede bajo control directo de Washington.
6. ¿Qué pasará con los fondos ya entregados?
Hasta enero de 2025, Intel había recibido 2.200 millones de dólares del CHIPS Act. Falta por determinar si esa cantidad se computará dentro de los 10.000 millones de la operación.
vía: tomshardware