Malos tiempos para la gastronomía ibérica: parece que el de tortilla de patata no vende tanto como la cuarto de libra con queso, a este paso habrá que hacerse un seguro de familias. Las tendencias de la comida rápida siempre han sido un factor para el monitoreo económico (el célebre índice Big Mac), y los bocatas se unen a la familia, pero sólo para, aparentemente, despedirse, desplazado por la globalización del paladar.
En Cataluña, cuna del bocata, o por lo menos de las cadenas de alimentos elaborados que los han convertido en su estandarte, cada vez cierran más bocaterías, y cada vez abren más hamburgueserías. Tal y como ocurre en Cornella, en donde los Pans & Company y los Bocatta han mutado en locales de Burguer Kings ante las tendencias del consumo.
La situación no es halagüeña para la cocina local: EatOut, una firma propiedad del grupo alemán Agrolimen, y dueña de las franquicias bocateras seguirá con su plan de reconvertir los Pans y Bocattas en locales de Burguer Kings.
La reconversión adquiere un aspecto surrealista cuando entra en juego el Grupo Zena, el principal rival de EatOut. Ambas firmas se disputaron el paladar local en el pasado. EatOut con los Bocatas y Zena con su producto estrella: Pizza Hut. Ahora Zena pelea el mercado no por los platillos, sino por conseguir más locales franquiciados de Burguer King, mientras que por otra parte, abandona a Pizza Hut en beneficio de Domino’s Pizza.
Ante estas danzas de marcas, la verdad, nos dan ganas de quedarnos a comer en casa.
Fuente | Cotizalia