La educación financiera se ha convertido en un elemento clave para el desarrollo económico y social, aunque en España aún queda un largo camino por recorrer. Así lo destaca el INSTITUTO SANTALUCÍA, órgano de reflexión del GRUPO SANTALUCÍA, en su nueva publicación “Potenciando la Educación Financiera en España”, donde subraya la urgencia de reforzar la formación financiera en el país.
Según los últimos datos del informe PISA de la OCDE, en 2022 España obtuvo una puntuación media de 486 puntos en competencia financiera, situándose por debajo del promedio de la OCDE (498 puntos). Además, solo el 25% del alumnado alcanzó un nivel alto de rendimiento, frente al 30% de la media de la OCDE, mientras que cerca del 20% de los estudiantes españoles presenta un nivel bajo de conocimientos financieros.
Ante esta situación, el Foro de Expertos del INSTITUTO SANTALUCÍA, en colaboración con CEAPES (Confederación Estatal de Asociaciones de Profesores de Economía en Secundaria), ha elaborado este informe con el objetivo de destacar la importancia de implementar medidas y recomendaciones que impulsen la educación financiera desde edades tempranas.
“No podemos permitirnos seguir rezagados en materia de educación financiera. Una sociedad con mayor alfabetización financiera es una sociedad más equitativa, más preparada y resiliente ante los retos económicos«, afirma José Manuel Jiménez Rodríguez, Director del INSTITUTO SANTALUCÍA. “Es imprescindible que la educación financiera forme parte del currículo escolar y que se adopten estrategias eficaces para su enseñanza«, añadió.
Las recomendaciones clave para impulsar y fortalecer la educación financiera entre los jóvenes
Entre las recomendaciones clave, el informe propone las siguientes:
- Integración curricular: Implementar la educación financiera en todas las etapas educativas, desde primaria hasta bachillerato, incluyendo la creación de una asignatura obligatoria de Economía y Finanzas Personales en la ESO.
- Formación del profesorado: Establecer programas de capacitación continua para docentes en temas financieros, asegurando que estén actualizados y puedan transmitir conocimientos prácticos a los estudiantes.
- Colaboración con el sector financiero: Fomentar alianzas entre centros educativos y entidades financieras para, como por ejemplo, organizar charlas y talleres prácticos impartidos por profesionales del sector, desarrollar programas de prácticas y visitas a instituciones financieras.
- Uso de tecnologías educativas: Implementar plataformas digitales y aplicaciones móviles que simulen situaciones financieras reales, permitiendo a los estudiantes practicar la toma de decisiones económicas en un entorno seguro.
- Campañas de concienciación pública: Lanzar iniciativas de comunicación a nivel nacional para resaltar la importancia de la educación financiera, involucrando a medios de comunicación, redes sociales y figuras públicas.
- Programas para colectivos vulnerables: Diseñar y ejecutar programas específicos de educación financiera para grupos en riesgo de exclusión financiera, como personas mayores, inmigrantes o individuos con bajos niveles de ingresos.
- Evaluación y mejora continua: Establecer un sistema de evaluación periódica del nivel de educación financiera de la población, utilizando los resultados para ajustar y mejorar los programas educativos.
El informe, también, pone de relieve los beneficios directos de una mejor educación financiera en la sociedad: desde la reducción del endeudamiento excesivo y el aumento del ahorro, hasta una mayor estabilidad del sistema financiero y una mejora del bienestar individual. En este sentido, el INSTITUTO SANTALUCÍA y CEAPES han puesto en marcha un concurso nacional de educación financiera dirigido a estudiantes de 4º de la ESO y Bachillerato, con el objetivo de incentivar el aprendizaje financiero de una manera lúdica y práctica y transformar la forma en que los adolescentes españoles entienden y gestionan su dinero. El concurso, llamado “Y a mí qué el Dinero”, aborda desde la gestión de presupuestos hasta el emprendimiento, pasando por la inversión, todo ello de una manera accesible para la nueva generación.
“Es crucial que todos los actores implicados, desde las instituciones educativas hasta las entidades financieras y los organismos gubernamentales, trabajemos juntos para hacer de la alfabetización financiera una prioridad nacional”, comenta también José Manuel Jiménez Rodríguez, Director del INSTITUTO SANTALUCÍA. “Solo así podremos garantizar que las futuras generaciones cuenten con los conocimientos necesarios para tomar decisiones económicas informadas y responsables«.
El Foro de Expertos del INSTITUTO SANTALUCÍA está integrado por José Ignacio Conde-Ruiz, Guillermo de la Dehesa, Rafael Doménech, Ángel de la Fuente, Mercedes Valcárcel, José Antonio Herce, Josefa Ros, y Judit Vall, reconocidos profesionales de primer nivel en el ámbito de la economía y las pensiones tanto a nivel público como privado.
Con este informe, el INSTITUTO SANTALUCÍA no solo fortalece su compromiso con la educación financiera, sino que también lidera un cambio en la forma en que se forma a los jóvenes para enfrentar el futuro económico.