La irrupción de la inteligencia artificial está transformando profundamente el sector financiero, obligándolo a replantear aspectos clave como la confianza, la toma de decisiones y el liderazgo. En este escenario de cambio, Aaron Harris, CTO de Sage —referente global en soluciones tecnológicas de contabilidad, finanzas, recursos humanos y nóminas para pymes— analiza de qué manera la IA marcará el comportamiento y la evolución de los departamentos financieros y contables a lo largo del próximo año.
Desde la puesta en marcha de auditorías centradas en la confianza de la IA, la adaptación de los sistemas de software y la aparición de nuevos perfiles de liderazgo tecnológico, hasta una transformación integral del sector basada en sistemas inteligentes, datos trazables y soluciones innovadoras que fomentan la colaboración entre las personas y la propia IA. A continuación, el experto expone las cinco predicciones clave que definirán la evolución del panorama financiero en 2026:
Los directores financieros toman el mando de la fiabilidad de la IA
La IA ya está presente e influye en la forma en la que los equipos planifican, en cómo se atiende a los clientes y en cómo se lleva a cabo el trabajo financiero. A medida que esta tecnología juega un papel más importante en las decisiones cotidianas, crecen las expectativas de que sean los directores financieros quienes asuman la responsabilidad de cómo se comportan: si los datos son fiables, si las recomendaciones tienen sentido y si los resultados realmente respaldan los objetivos de la empresa.
Este cambio está siendo impulsado por presiones de distintos lados. Cada vez más decisiones se toman mediante IA, los reguladores prestan más atención y los riesgos se concentran en sistemas que pueden aprender más rápido de lo que cualquier equipo puede tardar en revisar.
Los responsables financieros simplemente no podrán confiar ciegamente porque en finanzas “casi correcto” es incorrecto. Esperarán a que la IA se gane la confianza de la misma manera que lo hacen sus equipos: demostrando cómo ha llegado a esa conclusión. Necesitarán visibilidad sobre por qué un modelo ha llegado a una recomendación, si los datos en los que se basa se mantienen y cuán fiables son esas decisiones en cuanto a su trazabilidad y auditoría.
Cuando los directores financieros comprenden y confían en los sistemas que trabajan a su lado, pueden actuar con mayor rapidez, tomar mejores decisiones y liberar a sus equipos de una gran cantidad de tareas de supervisión manual. Y, al igual que cualquier colaborador fundamental, la IA solo se ganará su lugar cuando sus decisiones puedan explicarse, examinarse y ser fiables.
SaaS diseñado para la era de los agentes inteligentes
Se está produciendo un cambio en el software financiero que la mayoría de la gente no percibirá al principio: los sistemas se están rediseñando para dar soporte a tareas que no realizan únicamente los seres humanos. A medida que los agentes asuman más funciones de ejecución en el ámbito financiero, dependerán del software por la misma razón por la que siempre lo han hecho las personas: para realizar el trabajo de forma controlada, predecible y auditable.
Los sistemas creados para esta era deben proporcionar a los agentes lo mismo que a los humanos: estructura, barreras de protección y coherencia para que el trabajo se realice correctamente en todo momento. Y ahí es cuando los equipos comienzan a notar el impacto: los agentes pueden ejecutar procesos de varios pasos de una manera mucho más rápida, con menos errores y mucha menos discrepancia en el trabajo rutinario.
Aquí es donde los sistemas dejan de ser herramientas y pasan a ser compañeros de equipo. Ese cambio lo transforma todo en cuanto a cómo los equipos financieros emplean su tiempo.
Esto no es el fin del SaaS. Es el comienzo de una nueva generación de software diseñado para servir tanto a los seres humanos como a los agentes inteligentes. Y eso significa que los contables dedicarán menos tiempo a procesar datos y más a aplicar su criterio y tomar decisiones.
La confianza pasa del principio a la prueba en la IA para contabilidad.
Las finanzas no funcionan con “aproximaciones”. Las cifras son correctas o incorrectas. Por lo tanto, las afirmaciones genéricas sobre la IA responsable ya no son suficientes. Las empresas quieren saber cómo un modelo ha llegado a una recomendación, cómo se gestionan sus datos y si sus resultados pueden superar una auditoría.
No se trata de algo prescindible, sino de la base para utilizar la IA en los flujos de trabajo financieros. En 2026, la confianza se convertirá en algo medible. Veremos la primera ola de sistemas de garantía independientes aplicados a los sistemas de IA, con firmas que evalúan los modelos detrás de la conciliación, la previsión y la detección de anomalías. Y ya estamos viendo los cimientos: las principales firmas de contabilidad, como PwC y KPMG, lanzaron el año pasado servicios dedicados a la “garantía de la IA” para someter a escrutinio externo la integridad de los datos, la gobernanza de los modelos y el cumplimiento normativo.
Si la IA va a respaldar tareas financieras críticas, debe estar sujeta al mismo nivel de supervisión profesional al que están sometidos, a diario, los equipos financieros.
La confianza no se gana con promesas o declaraciones vagas, sino con pruebas. Si un modelo va a respaldar decisiones financieras debe ser tan transparente como una hoja de cálculo, y siempre debe poder verse cómo se ha llegado a él.
El auge del auténtico Internet
Una parte cada vez mayor de lo que vemos en Internet es sintético. Es decir, escrito, perfeccionado o influenciado por la IA. Eso no significa que la información real esté desapareciendo, pero sí que la relación información útil/ruido es más difícil de gestionar. Para los responsables financieros, la verdadera pregunta no es “¿Esto lo ha hecho un humano o una máquina?”, sino “¿Puedo confiar en ello?”.
Para responder a eso, veremos una adopción más amplia de marcos de procedencia: firmas criptográficas, metadatos seguros y estándares abiertos que muestran de dónde proviene la información, cómo se ha manejado y cómo ha cambiado con el tiempo. Estas herramientas no solo identificarán el contenido, sino que también ayudarán a determinar si es adecuado para su uso en entornos regulados.
Para los contables, la procedencia se convierte en un requisito práctico, no teórico. A medida que más flujos de trabajo dependen de datos generados por la IA, las empresas necesitarán indicadores claros y verificables de que los datos en los que se basa una decisión son precisos, trazables y fiables.
En la próxima era de las finanzas, conocer el origen de los datos será tan importante como los datos mismos.
El CTO se convierte en el puesto más codiciado en las empresas de contabilidad
A medida que los sistemas inteligentes asumen una mayor parte de tareas de ejecución en finanzas, alguien tiene que guiar el comportamiento de esos sistemas. Sí, soy parcial, pero el puesto más adecuado para ello es el de CTO. Llevamos mucho tiempo preparándonos para este momento.
En muchas empresas, el liderazgo tecnológico pasará de apoyar el negocio a darle forma. Destacarán los líderes que consideren la tecnología como fuente de innovación, y no solo como un conjunto de herramientas. Los que vayan a la vanguardia detectarán dónde la IA puede optimizar los flujos de trabajo, reforzar la precisión y abrir oportunidades de asesoría totalmente nuevas. También dotarán a los equipos de la confianza y las habilidades necesarias para trabajar de forma eficaz con sistemas inteligentes.
Y cuando los equipos dan ese primer paso con la IA ocurre algo interesante. En cuanto ven que funciona, aunque sea una sola vez, la confianza crece rápidamente. Esa confianza aumenta como una bola de nieve. Lo más difícil es empezar. Después, los beneficios son obvios.
Las empresas que inviertan ahora en estas capacidades (el liderazgo, la mentalidad y las habilidades) actuarán más rápido para los clientes, ofrecerán mejor asesoría y destacarán en una profesión que está evolucionando rápidamente.
