La ley del mínimo esfuerzo en el trabajo

La ley del mínimo esfuerzo en el trabajo

En general, cuando un trabajador entra a formar parte de una empresa comienza su labor muy motivado, con mucha ilusión, tiene ganas de hacerlo cada día mejor y de superarse a sí mismo. En cambio, conforme va pasando el tiempo, la motivación va cayendo en muchas ocasiones, como consecuencia de la falta de reconocimiento y de estímulo del propio jefe, por otra parte, muchos trabajadores también pasan años con el mismo sueldo.

De este modo, llega un momento en el que el trabajador se acomoda en el mínimo esfuerzo, en parte porque cree que ese es el modo de proceder que tienen también, los demás trabajadores de la empresa.

¿Cómo puedes luchar contra esta ley de acomodarte en la pereza de creer que lo que haces ya es suficiente?

1. En primer lugar, hay que ser consciente de que la crisis está poniendo las cosas muy difíciles a todos. Por ello, para sobrevivir a la situación adversa hay que dar más de aquello que se espera de ti.

2. Por otra parte, analiza cómo te sientes tú al conformarte con el mínimo esfuerzo. En general, las personas que actúan así, arrastran problemas de autoestima, sufrimiento y malestar por no poder avanzar. Es decir, por no lograr lo mejor de sí mismos. Detrás de la falta de motivación hay mucha frustración y heridas.

3. Visualízate a ti mismo y recuerda cómo te comportabas al entrar a formar parte de esa empresa. Es decir, recuerda todo aquello que eras capaz de dar. Si entonces podías hacerlo, ahora también puedes.

No te conformes con el mínimo esfuerzo cuando puedes brillar por mérito propios.

Imagen: GKM

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