La ralentización de la economía española: aperturas, cierres y contradicciones

Desde la aparición de la pandemia, la economía de todo el mundo se ha visto afectada. Poco a poco, el paso del tiempo ha hecho que esta se recuperase un poco, aunque no a la velocidad que podríamos desear. Antes de la llegada de la Semana Santa, España era noticia porque parecía ser el único país que había emprendido el camino de la recuperación. El mercado del turismo estaba activo, a pesar de las noticias de un posible repunte de casos.

También de nuestro análisis se ha desprendido este gran aumento del interés de los turistas, primero con tasas de crecimiento discretas (a una tasa media diaria de +1,5%), y luego gradualmente más altas (+4,5%), consolidando una tendencia que para muchos significó el reinicio de todo el sector.

Cambio de rumbo

En los últimos días, sin embargo, hemos asistido a un cambio de rumbo sustancial, una ralentización que ha llevado a España a quemar los avances conseguidos en el último periodo: en los últimos 14 días la curva de búsquedas de vuelos se ha vuelto a desplomar, con una contracción del 11,8% respecto a los 14 días anteriores. En concreto, durante la última semana se han perdido unas veinte mil búsquedas diarias: excluyendo el aumento cíclico del fin de semana, los viajeros han interrumpido bruscamente una tendencia que se estaba consolidando desde hace aproximadamente un mes.

Sin duda, este importante descenso de las búsquedas se debe a las políticas de cierre promulgadas por los principales países interesados en España, que de este modo han desanimado a los viajeros.

En primer lugar, el Reino Unido: tras el inesperado auge de las reservas que se inició cuando se anunció el plan de flexibilización, ha tenido que volver a endurecer las restricciones, prohibiendo los viajes al extranjero salvo por motivos imprescindibles. Los británicos tuvieron que renunciar a pasar las vacaciones de Semana Santa en la costa española y, en pocos días, las búsquedas de vuelos volvieron a ser mínimas. Si en el periodo más «activo» había una media de 120 mil británicos con intención de llegar a España, hoy son unos 33 mil.

Lo mismo ocurre con Alemania: después de que las autoridades sanitarias alemanas eliminaran algunas regiones de España de su lista de zonas de riesgo, el mercado alemán empezó a crecer a un ritmo medio de +27% al día, pasando de una media de 48 mil búsquedas diarias a 130 mil. Pero debido a la gran controversia relacionada con la seguridad y el empeoramiento de la situación sanitaria alemana, el gobierno alemán anunció a los pocos días la prohibición temporal de viajar al extranjero: la demanda se desplomó inmediatamente, cayendo a una media de 30 mil búsquedas diarias.

Crítica a la Semana Santa

La movilización masiva de turistas para pasar las vacaciones de Semana Santa en los centros turísticos españoles ha suscitado fuertes críticas, no sólo por el riesgo de contagio, sino también por una situación paradójica que se ha producido en la península: de hecho, con las normas de movilidad actuales, los residentes españoles no pueden desplazarse entre regiones vecinas (incluso las que tienen un bajo índice de contagio), sino que pueden salir al extranjero y los turistas europeos pueden llegar a los centros turísticos españoles. La incoherencia se justifica por el hecho de que el Consejo de Autoridades Sanitarias Regionales ha decidido cerrar las fronteras administrativas de todas las comunidades autónomas (excepto Canarias y Baleares), mientras que el Gobierno español ha decidido mantener abiertas las fronteras nacionales. El caos provocado por esta situación llevó a la Unión Europea a intervenir, pidiendo a España “coherencia en las restricciones en los viajes interiores e internacionales”.

Hay que decir que a pesar de que la UE ha advertido a España por la incoherencia de sus decisiones, hay muchos países en la misma situación. En Italia, por ejemplo, se prohíben los viajes entre regiones interiores, pero en los últimos días el Ministerio de Asuntos Exteriores ha anunciado que se puede seguir viajando al extranjero, incluso desde regiones con un alto índice de contagio. Antes de la emisión de la prohibición temporal, en Alemania era posible viajar al extranjero y en algunos casos sin necesidad de una PCR o cuarentena a la vuelta, mientras que los hoteles alemanes están cerrados hasta el 18 de abril. Lo mismo ocurre en Francia: en los 16 departamentos de «vigilancia reforzada», los residentes no pueden salir de su región pero pueden optar por viajar a algunos países europeos y no europeos.

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