La rutina no sólo es una gran enemiga en los temas de pareja, es decir, merece la pena alimentar el amor cada día con pequeños detalles. Una gran historia se escribe a base de gestos pequeños pero bonitos. Del mismo modo, la rutina y la monotonía también pueden llegar a ser mortales en el ámbito laboral. Existen unos trabajos más dados que otros a la rutina. Por ejemplo, un profesor de universidad tiene la gran suerte de hacer un trabajo muy gratificante desde un punto de vista intelectual y además, está abierto a la novedad de conocer gente nueva, cada clase es diferente a la anterior, puede hacer publicaciones en distintas revistas, viajar para estar en un congreso…
Por el contrario, un operario de fábrica si que está mucho más sujeto a la rutina y a la monotonía. Por ello, para combatir la rutina es importante tener imaginación y creatividad. Lo más importante es que siempre encuentres un sentido por el que creas que tu trabajo merece la pena. Por otra parte, para compensar la rutina del entorno laboral debes disfrutar de la calidad de tu tiempo de ocio. Y también, intenta enriquecerte a nivel personal dentro del trabajo, haz nuevos amigos, proponle tomar un café a un compañero tuyo de tu empresa, fomenta la comunicación, déjate conocer… Realiza cursos aplicados a la empresa sobre autoestima o inteligencia emocional.
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